Un placer muy 'humano'
Una curiosa anécdota leída en un estupendo libro de don Carlos Fisas (La sonrisa de los reyes), nos viene a corroborar que todos, incluso los reyes, hacemos cosas poco protocolarias en nuestra intimidad.
Comentan que estaba desayunando el Rey Alfonso XIII , y entró en la habitación su mujer, Victoria Eugenia de Battenberg , a los aposentos. El Rey en esos momentos estaba mojando un pedazo de pan en una deliciosa yema de huevo.
La Reina se sintió totalmente sorprendida y le recriminó que no hiciera eso. Que guardara las formas aunque nadie le estuviese viendo.
Te puede interesar: Curiosidades y anécdotas sobre el protocolo y la etiqueta
El Rey, comprensivo y viendo que se trataba de una extranjera que no conocía el placer de mojar pan en la yema de un estupendo huevo, le ofreció participar de este sencillo festín, cosa a lo que ella se negó.
Alfonso XIII encogiéndose de hombros y para no discutir le dijo:
"Pues no sabes lo que te pierdes",
y continuó con tan delicioso desayuno.