La etiqueta que mata
No se puede llevar hasta el extremo el cumplimiento de las reglas de etiqueta. Hay que ser educado pero con una buena dosis de sentido común
Felipe III ¿murió por el calor de un brasero?
La etiqueta de la corte de los Austrias era muy rígida y era seguida de forma muy estricta. A consecuencia de ella, según algún relato de la época, murió el rey Felipe III.
Así lo sugería al menos el embajador de Francia, marqués de Bassompierre.
El invierno de 1621 fue muy frío y en el despacho del rey se colocó un gran brasero. Felipe, que padecía unas ligeras calenturas, recibía en el rostro el fuerte calor del brasero, lo cual le hacía sudar y le sofocaba. En realidad, el rey murió de escarlatina pero esto no impidió a Bassompierre asegurar que la culpa de la muerte fue la etiqueta.
El marqués de Tovar pidió al duque de Alba que retirase el brasero del cuarto real. Pero Alba respondió que no podía hacerlo porque ese servicio correspondía al duque de Uceda. Mandaron buscar a este último pero había salido de palacio. Tardó en volver y el calor del brasero provocó una gran sofocación del monarca que le causó la muerte.
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