El Protocolo es nuestra imagen
¿En qué consiste su área de protocolo; qué funciones va a desempeñar? Entrevista al responsable de protocolo del Concello de O Barco
Entrevista a Don Jaime Dosouto Dobao, responsable de Protocolo de O Barco
Funciones del área de protocolo del Concello do Barco de Valdeorras
Jaime Dosouto tiene cincuenta años, y más de la mitad los lleva trabajando en el Concello de O Barco. Es de los veteranos, y ahora, a sus gestiones administrativas como funcionario se suma una nueva, que es la de llevar l área de protocolo, de nueva creación, ya que hasta ahora no se echaba en falta este servicio.
¿En qué consiste su área de protocolo; qué funciones va a desempeñar?
- El protocolo abarca un amplio abanico de circunstancias a organizar. Pero, en el caso de O Barco, este área de lo que se va a encargar es de organizar los actos públicos, a efectos de los invitados y la gente de la casa sepa dónde tiene que estar en cada momento. Colocarse, saber estar; es un poco hacer la guía de desarrollo del acto.
¿En esto del protocolo a veces se peca más bien por la ignorancia?
- El protocolo es muy importante dentro de la administración, sobre todo de cara al exterior. Es decir, hay que dar imagen. Un acto más organizado ofrece una imagen fatal de un lugar o una institución. El protocolo es nuestra imagen.
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¿En O Barco se detectaba esta carencia?
- Si, claro, porque el Ayuntamiento de O Barco está realizando ya muchos actos públicos. Hay momentos públicos que se ven a la vista y se necesita dar una imagen de organización. Muchas veces no se trata de desorganización, sino falta de conocimiento.
¿Cuáles son los tres mandamientos del protocolo?
- Hay muchos, porque los autores de protocolo no están todos de acuerdo con las premisas. Una básica es el cumplimiento del horario. Deberían de cumplirse los horarios a rajatabla. Luego está el saber donde colocarse.
Sin embargo, aquí, los horarios no se cumplen y eso es falta de educación.
- Yo creo que sí. El tiempo es tan valioso para el que espera como para el que llega tarde. Si el tiempo de uno vale dinero, el del otro también, a no ser que exista disculpa.