Apuntes al protocolo. Parte III

Además de hablar de las Reales Academias, sus ceremonias y etiqueta, el autor también dedica unas líneas a la denominada 'Fiesta Nacional': el mudo del toro

www.racve.es

 

Apuntes al protocolo. Protocolo, orden, precedencias, tratamientos, Apuntes al protocolo foto base Pexels - Pixabay

Las Reales Academias, sus ceremonias y etiqueta

Una pequeña reseña a la llamada 'Fiesta Nacional': el mundo del toro

No me resisto sin embargo, a aligerar la atosigante descripción que hemos hecho hasta ahora, incluyendo un breve Capitulo, referido al Protocolo (que también lo hay) de algo tan, pedestre, tan español, tan denostado y tan ensalzado como es la llamada: Fiesta Nacional, por otro nombre: Corrida de toros, que parece que ha perdido su carácter Nacional, a partir de las decisiones tan importantes (no debían tener nada más trascendente) de una Autonomía situada al N.E. de esta España nuestra, que en mis años mozos (¡hace ya tantos!) venia, por su configuración planimétrica, en llamarse " PIEL de TORO " .

Comencemos por el lugar: Se denomina PLAZA término que deriva del Latín "platea" como: LUGAR PÚBLICO, adecuado para grandes concentraciones.

Parece ser que la primera PLAZA para este festejo, datase en 1561 cuando Felipe II reconstruyó la Plaza Mayor de Valladolid, destruida por un incendio, que de igual manera redujo a cenizas otras cuatrocientas casas del entorno de la plaza anterior.

Las primitivas plazas poligonales, se fueron acondicionando para evitar que los toros se aquerenciaran en los rincones, redondeando las esquinas con estructuras de madera. En los siglos XVII y XVIII comenzaron a construirse plazas de forma elíptica, más o menos regular, como la Maestranza de Sevilla (los aficionados saben que es la única elipsoidal que queda en España) hasta llegar a la actual circular geométricamente perfecta, cual puede ser la Monumental de Madrid , conocida como "Las Ventas".

Hubo en la capital otras muchas Plazas de Toros, de la que, si Dios me da vida y VV.SS. lo soportan, les hablaremos otro día.

Dícese de ésta que es la más grande de España. Digo yo en muchas ocasiones que, la "más grande "es la de mi pueblo de adopción: Colmenar Viejo, en el que, ni en la antigua construida en piedra de cantería, ni en la novísima actual construida en feísimo hormigón armado he visto nunca (hablo de los últimos 35 años) he visto NUNCA, NUNCA digo, que se llenara, ni con los carteles más atrayentes de la tauromaquia. ¡Si será grande!

Hablando de la Maestranza de Sevilla. Para los no "versados" Maestranza, deriva de "Maestría" correspondiente a una institución de nobleza español, que se creó tras la conquista de Granada.

La realidad es que las "maestranzas" se crearon para vigilar y mantener el orden en las regiones separatistas. ¿Cuántas maestranzas se deberían crear en nuestros días?

Te puede interesar: Historia y uso de la mantilla

La de mayor abolengo es la que hemos mencionado de Sevilla, creada en 1670, que recibió en el 14 de mayo de 1730 el título de Real.

Algunos quizá no sepan que en España hay otras cuatro Reales Maestranzas: Granada , Ronda , Valencia y Zaragoza , si bien el término está más unido a Sevilla y a su Plaza de Toros.

Hemos hablado de plazas Grandes, que no es sinónimo de Grandes Plazas. La mayor de las conocidas es la monumental de toros "México" que está construida para 45.000 espectadores.

La tendencia a los grandes espacios, parece deberse (según Fernando Fernández) a un torero llamado José Gómez Ortega y que muchos de los presentes conocen con el apelativo de "Gallito" germen de una amplia dinastía torera.

Protocolario: En cualquier festejo taurino, debe ondear la bandera Española, junto con las habituales del lugar.

Encerrados los toros se procede al "enlotado" (formación de lote de toros para cada matador) y posteriormente el sorteo de los lotes.

"Como las costumbres hacen leyes, y con las leyes cumplimos" los diferentes lotes con los números de los toros se anotan en hojas de papel de fumar (ahora se requiere que "alguien" se acuerde de llevarlo, por su desuso), se hace una bolita y se introduce en un sombrero que se cubre con otro para su agitación. Este menester lo realiza el banderillero de más antigüedad y una mano "inocente" saca las diferentes bolitas que adjudican los lotes. La implantación del sorteo, parece fecharse en los últimos años del siglo XIX. El tema fue forzado por " Guerrita " que por su categoría y talante profesional, imponía sus criterios a los ganaderos. Lo de "no hay quinto malo" parece deberse a que este torero, imponía siempre un primer espada de más antigüedad, para ser él, el segundo en el orden, con lo que los ganaderos colocaban de segundo toro del lote, al de mejor nota en la ganadería, lo que suponía que salía en quinto lugar, lo cual permitía, "si Dios repartía suerte" que si la corrida "iba mal" en el quinto, se pudieran enmendar los acontecimientos. De ahí el dicho "No hay quinto malo"

Les libramos de otros pormenores, que por profesionales, conocen VV.SS. quizá, mejor que yo; pero no puedo sustraerme una vez más a los recuerdos de mi padre (q.D.g.) y de sus "papeles" extraigo el PROTOCOLO referido a la ropa.

CAPOTE DE PASEO. prenda de gran lujo, exclusiva del paseíllo. Luego luce en los antepechos de las barreras.

CHAQUETILLA. También llamada "casaquilla" o "chupa". Tiene la siguiente composición a la hora de coserla: Espaldar (que no espalda), delanteros, mangas, y cuello. Se confeccionan en raso (que impide de alguna manera la entrada de líquidos: Agua, Sangre, etc.). Se borda de dos formas: Adornos en oro para los matadores (sean de toros o de novillos) y plata para los subalternos de "a pie" = banderilleros. Los de "a caballo" (picadores), suelen llevar vistosas y en consecuencia, costosas, chaquetillas bordadas en oro.

Esta chaquetilla o chupa, no es más que un "dorman" confeccionado con mucho lujo y que se remata con pesadas y grandes hombreras, rematadas de burlones, asimismo bordadas en oro, y que, inutilizado el traje (también llamado vestido) suelen utilizarse para la nueva confección de otro, dado su alto valor económico.

A esta tradición, se añadieron hace años algunas variantes, para aligerar el peso del vestido en toreros de cierta edad y mermadas facultades, bordando todos los adornos en seda (su inventor: Luis Miguel Dominguín ) sin perjuicio de que toreros de más edad y menos estructura física, nunca utilizaran este "penoso" recurso, vistiéndose "a lo macho" con colores de torero, tal cual puede ser, entre otros el caso de Antonio Bienvenida .

Los colores del traje son de lo más variopinto. Vale toda la escala cromática. Siendo los colores grana, tabaco, verde y azul los más característicos de un torero "bien vestido" a los que recientemente se añade el amarillo, color que siempre estuvo vetado por su "mal fario" y que rompiendo esta tradición, utiliza con cierta frecuencia Jesulín de Ubrique ; o el catafalco (negro) y oro, de pésimo gusto.

En cuanto al blanco, Domingo Ortega , torero "serio" en todos sus ámbitos, decía que: "El blanco ni era color de vestido, ni era ná". Sucede que se puso de moda para los jóvenes toreros en su alternativa (púsolo de moda Palomo Linares) parece que para condicionar de alguna manera al público, porque "mal vestido" así, parecía más joven y le serían perdonados los primeros fallos. Lo que era un mal comienzo para un torero joven, se hizo vicio repetitivo dado que, con posterioridad a su alternativa, repitió el "vestido de primera comunión" en muchas ocasiones. ¿Condicionaría esto el primer rabo cortado en el Madrid de la era moderna? Quede la contestación para cronistas con mayor enjundia.

El pantalón del "vestido" de torero, se conoce con el nombre de TALEGUILLA. Desconozco la etimología del término. Sí les diré que se confecciona con dos tipos de tejidos: De punto elástico, lo cual permite estilizar la figura (¡claro que si no es de mi estructura!) ajustándose a la cintura, muslos y glúteos; y el raso, que se cubre de bordados (más o menos "ricos" en función de su precio) en la cara externa y deja al descubierto el color en la cara interna de ambas piernas. Llega hasta debajo de la articulación femero-tibio-rotuliano y se ajusta a la pierna con dos cordones de seda blanca, suficientemente ajustados, que se denominan "machos". Van rematados con dos borlas en hilo de oro, que es lo primero que pierde (por arrancamiento) el matador en las salidas a hombros, a no ser que el mozo de espadas o el "ayuda" sean más rápidas que el populacho, salvando así, una parte de la taleguilla de considerable precio.

La región de la "entrepierna" es más ancha en la inguinal derecha o izquierda, según el hábito de "carga" del torero, (colocación anatómica del pene y testículos) en el hábito de vestirse.

Lo habitual es cargar a la izquierda, y no me pregunten la razón, porque la desconozco.

Pero esa mayoritaria "carga" sí explica la razón de que las cornadas resultantes de pases naturales "mal vaciados", aparte de la habitual lesión de la safena, produzca en muchas ocasiones evisceraciones testiculares o heridas inciso-contusas en el escroto.

CHALECO. En raso, ricamente bordado en oro los delanteros, espalda blanca con tirillas y hebilla para ajustarlo al tórax. La riqueza del bordado lo hace de color indefinido, por lo que es una prenda que pueden utilizar con cualquier color de vestido. Dado el alto precio del traje, es muy normal tener 3-4 vestidos y un solo chaleco que se utiliza con todos.

CAMISA. Confeccionada en batista blanca, adornada en la pechera con tiras bordadas y 2-4 jaretas, y puntillas, ligeramente almidonadas. A veces un cuello "cordobés" sin picos (como un alzacuellos) que se cierra con un pasador. En la cintura dos largas cintas que fijándose a la cintura, evitan que "se le salgan los faldones de la camisa".

FAJA Y CORBATÍN. Se les llama "cabos". De raso, moiré o hilo fino. La faja en un principio era una prenda de ajuste de la taleguilla (sustitutivo del cinturón), hoy es un simple adorno dado que la taleguilla se "suspende de los hombros" con tirantes de seda o cuero, con partes elásticas para mejor ajuste.

Debajo de la taleguilla y encima del slip de algodón blanco, llevan una prenda llamada "Leotardo"; también desconozco su etimología.

No son más que unas medias de una pieza, largas, que se ajustan a la cintura, y que no tienen otra misión que adecuar las piernas a la estética del momento.

MEDIAS. De la punta del píe hasta la rodilla. Sea cual sea el color del vestido las medias, siempre de color rosa, más o menos fuerte, según gustos.

ZAPATILLAS. También denominadas manoletinas, siempre negras, con un elástico en el empeine para su ajuste perfecto. La suela de goma para facilitar la adherencia al suelo. Aunque suelen ajustar perfectamente, llevan siempre un lazo negro que ajusta o embellece.

CASTAÑETA. Postizo de pelo, redondo, que con un "cepo" se fija al pelo de la parte posterior del occipital. Ha sustituido a la abundante cabellera de los toreros antiguos, que se trenzaba o se recogía en una redecilla.

MONTERA. Última prenda del vestido. Es el cubrecabezas ideado por Paco Montes (1835); de ésta como se ve si sabemos la etimología. Es el sustituto del ancestral sombrero de tres picos, en actual desuso, y utilizado por los "elegantes" en las corridas goyescas o muy habitual en los rejoneadores, que se visten "a la federica". Habitualmente los portugueses.

Las buenas monteras son de piel de astracán (carísimas) o de hilo rizado. Se forran de seda (habitualmente roja) y es prenda "a la medida". Debe ajustarse perfectamente a la cabeza.

Para finalizar el capítulo influenciado por mi padre, digamos que del uso de la montera, escribió o dictó varios artículos Marcial Lalanda. Se ha "malversado" de tal manera su uso, que van enmonterados en el "paseíllo" (excepto el toricantano y "nuevo en esta plaza") que la llevan en la mano diestra que es la mano libre, puesto que la izquierda ciñe los pliegues del capote de paseo; llegan a las tablas del tendido 1 (habitualmente el de la presidencia) saludan y se la entregan al ayuda, para solo utilizarla en los brindis. A este mal vicio se ha añadido el que solo utilizan en banderillas la montera algunos subalternos. Los matadores, no han entendido, no se lo explicaron, o les molesta en la cabeza, que si banderillean deben hacerlo ENMONTERADOS (Pepe Dominguín, Pepe Bienvenida y Antonio Bienvenida entre los antiguos" o Francisco Esplá elegante hasta en eso (entre los modernos). No se han enterado, por lo que se ve, que si son ovacionados en banderillas, el saludo es desmonterarse y no levantar los brazos al cielo cual si pretendieran ser boxeadores.

A pesar de las muchas cosas que van en un esportón de torero, nunca se incluye un espejo, razón por la cual, deben aprender desde jóvenes, como se coloca la montera; a saber: Bien encajada en el centro de la cabeza, dejando por detrás, libre la castañeta y por delante, cubriendo la frente, hasta "un dedo" por encima de las cejas. Este gesto, lo habrán apreciado más de una vez, cuando se "calan la montera" en la plaza. Es, como se puede colegir, una medida Standard.

Del ceremonial del festejo, quedan VV.SS. liberados en virtud de sus muchos conocimientos en la materia, a los que un modesto aficionado solo se aproxima, pero no llega.

Hay muchas más cosas en PROTOCOLO que yo debía contarles. Hemos llegado al folio 41 de mi manuscrito y debo concluir. Pero ni puedo, ni debo, ni quiero, concluir, sin decir unas "cositas" relacionadas con el INSTITUTO DE ESPAÑA, del que TODOS DEPENDEMOS.

En 1937, en plena guerra civil, en la zona republicana, se firmaba, por el Presidente de la Republica D. Manuel Azaña , acompañado en la firma por el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, D. Jesús Hernández Tomás presidiendo el gobierno de el Sr. Largo Caballero , de un Decreto, de cuyo extracto anotamos la supresión de las Academias que quedaron disueltas. Las Academias de la época eran: La Española; la de Historia; Bellas Artes de San Fernando; Ciencias Exactas; Física y Naturaleza; Ciencias Morales y Políticas y la Nacional de Medicina. La razón fundamental aducida en el Decreto, era que dichas instituciones habían quedado "anquilosadas o no estaban en consonancia con la inercia de la vida de hoy".

En el Decreto de mención, se disponía ítem más, que los edificios y los patrimonios de dichas instituciones se ponían bajo la custodia del Ministerio. En su lugar se creaba el Instituto Nacional de Cultura. Sus funciones eran aproximadamente, iguales que las de las Academias disueltas.

Del libro, extraordinariamente editado por Alianza Editorial, de orden del Instituto de España en sus 480 páginas, extraemos otro "curioso" Decreto (en las guerras civiles, para acertar, hay que hacer siempre lo contrario que el enemigo) del que copiamos textualmente, en su preámbulo dice: "En homenaje a la venerada tradición española de colocar la vida doctoral bajo los auspicios de la Inmaculada Concepción de María , se ha escogido el día de hoy, para proceder a la convocatoria de las Reales Academias de España. El Decreto está fechado el 8 de diciembre de 1937 en Burgos. En los tres artículos de su desarrollo, convoca en el primero, para el día 6 de enero de 1938, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca a las Reales Academias en Sesión Solemne.

En el Artículo 2º se ordena que las Reales Academias, deben "subseguir" separadamente, sus reuniones y actividades.

Finalmente en el Artículo 3º se convocaba a la Reorganización de las Reales Academias, por un Comité nominado al efecto.

En el citado Decreto, no solo se devolvía a las Academias el título de Reales, sino que además se creaba el Instituto de España, con fecha 1 de enero de 1938. Sus fundadores, bajo la supervisión de Pedro Saiz Rodríguez, nombrado poco después Ministro de Educación, fueron tres personajes de probada fama y directa relación con la jefatura del bando llamado Nacional: D. Agustín González de Amezúa, D. Eugenio D'Ors y unas figura que contó siempre con la atención de Francisco Franco. D. Pedro Muguruza.

Los tres recibieron al propio tiempo el tratamiento de Excmos. Sres.

Del filósofo Eugenio D'Ors (Barcelona 1881 Villanueva y Geltrú 1954) anotemos sucintamente que estudió en Barcelona, Paris, Bruselas, Heidelberg, Munich y Madrid, doctorándose en nuestra Capital en 1913, en Derecho y en 1920 en Filosofía, fijando su residencia en Madrid. Fue Secretario Perpetuo del Instituto de España, Académico de la Lengua y de Bellas Artes. En 1952 se creó para él la Cátedra de Ciencias de la Cultura, que regentó hasta su muerte en 1954.

El otro miembro, D. Pedro Muguruza era Arquitecto (pero no Doctor, título muy reciente en la Universidad Politécnica) pero estuvo ligado en los últimos años de su vida (1893 - 1952) a la persona del jefe del Estado, Francisco Franco, que le nombró Director General de Arquitectura, Profesor de la Escuela de Arquitectura y miembro de la Real Academia de San Fernando. Entre sus obras emblemáticas está la reconstrucción del Cerro de los Ángeles (del que en la destrucción de la Guerra Civil solo se salvó la Capilla de la Virgen de los Ángeles (Patrona de la Villa de Getafe, junto con la Magdalena). Reconstruyo asimismo la Casa de la Prensa, el Cine Coliseum, (que pasó la guerra, siendo línea del frente), primera reforma del museo del Prado y construyó el actual Edificio de los juzgados en el Paseo de la Castellana de Madrid.

Con todo, su proyecto emblemático, encargo directo del Jefe del Estado, fue el proyecto e inicio de las obras del monumento del Valle de los Caídos en el Risco de la Nava de la Sierra de Madrid, sobre el Valle de Cuelgamuros.

Su muerte prematura hizo que se le encargara a su discípulo predilecto, (según figura en la placa de bronce situada en la plataforma de los 4 evangelistas), D. Diego Méndez, la conclusión de las obras y reformas necesarias del primitivo proyecto.

Como curiosidad profesional, les diremos a los no relacionados en el tema, que fue el encargado de la construcción del pabellón de Bacteriología e Histología-Anatomía Patología del antiguo Instituto de Biología Animal, después patronato dependiente del INIA en c/ Embajadores 68, que todos conocemos; así como el Proyecto y dirección de obra del Centro de Valdeolmos del INIA al que dedicó muchas de sus ilusiones bajo la dirección del Excmo. Sr. Profesor Dr. Carlos Sánchez Botija, en cuyo proyecto, algo "metieron el lápiz" el Dr. Carlos Campairé, Excmo. Sr. Académico de esta Corporación, el Dr. Ángel Ordás Álvarez y la modesta colaboración del que esto escribe.

Volviendo del Instituto de España, digamos que están integradas en su estructura las siguientes Academias:

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA . Fue fundada por Felipe V , mediante una Real Cédula de 3 de octubre de 1714.

REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA . Asimismo fundada por Felipe V, mediante Real Cédula de 21 de junio de 1738.

REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO . La proyectó en principio Felipe IV y tomó carácter, con su fundación, también por Felipe V, mediante Real Cédula de 13 de junio de 1744.

REAL ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES . En su fundación intervinieron las reinas D.ª María Cristina y D.ª Isabel II . Tomó carácter por R.D. de 25 de febrero de 1847.

REAL ACADEMIA DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS . También fundación de Isabel II por R.D. de 30 de septiembre de 1857.

REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA . Fundación asimismo de la reina Isabel II, mediante R.D. de 28 de abril de 1861. Sucedía a la Real Academia de Medicina de Madrid (creación de Felipe V) en 1734, con lo que tomó su carácter de Nacional.

REAL ACADEMIA DE JURISPRUDENCIA y LEGISLACIÓN . Fue una fundación de Fernando VII por Real Orden de 12 de febrero de 1826. Tuvo unos inicios entre los años 1730 y 1761 y se le concedió el titulo de Real por Orden de 19 de junio de 1882.

REAL ACADEMIA DE FARMACIA . La fundó el entonces jefe del Estado, Francisco Franco, por un Decreto de 9 de agosto de 1946, incorporándola al Instituto de España.

Puesto que nuestro tema es PROTOCOLO, digamos que cada una de ellas, ajusta sus tradiciones en ceremonial, etiqueta y símbolos, (según opinión de Felio A. Vilarrubias) al clima de La Ilustración, en el que se mezcla una liturgia casi eclesial, con los usos y costumbres de cada época. Este "ritual", se hace riguroso en acontecimientos tales como la apertura del Curso Académico; investidura de nuevos Académicos, entrega de medallas, homenajes, concesión de premios, etc. etc.

En dichas ceremonias, tiene especial relevancia, las normas en el vestir, etiqueta, togas, medallas conmemorativas, fracs, chaqués, así como uniformes de gala de las Fuerzas Armadas. A esta parafernalia se añaden las banderas, reposteros, baldaquinos y todo lo que el bien hacer de los Excmos. Sres. Secretarios Generales, hace que el ritual, permanezca inalterable en el tiempo.

El traje de las Reales Academias es el obligado frac, aunque ya hemos hablado de su penosa alternativa del chaqué, asimismo uniformes de gala o gran gala y para la actual Academia de doctores, el traje académico con birrete y muceta de cada titulación.

Por lo que se refiere a Sesiones Necrológicas (de las que penosamente nuestra Real Academia está siendo muy "castigada" últimamente) se mantiene el ceremonial solemne anunciado, del que hemos emitido por involuntario descuido, la obligatoriedad de la Medalla Académica, requieren un especial tacto, en su organización.

Al igual que la Iglesia no suele utilizar en las homilías, datos de la actividad personal del difunto, en las sesiones Necrológicas, es preceptivo no hacer mención de adhesiones políticas de todo tipo, ni de ceremonias religiosas que puedan de alguna forma, comprometer o dañar la presencia de autoridades o de asistentes al acto.

Es prudente el contacto con el representante de la familia, que tenga previsto intervenir en la sesión.

Repasando lo escrito hasta ahora, dado que nuestra intención es concluir lo antes posible, tengo en la mente que no hemos mencionado Familia Real y Familia del Rey , vamos a aclarar su composición.

En aras de no dejar temas inconclusos, digamos sucintamente que la FAMILIA REAL, la componen acorde con las leyes, todos los miembros que tengan "derechos en la Sucesión". En relación con el tema y a efectos legales el Orden Sucesorio, se estableció por Decreto Ley 17/1975 de 20 de noviembre, restableciéndose el ancestral Registro Civil de la Familia Real, a cargo del Ministerio de Justicia, con fecha 27 de noviembre, R.D. 2917/81.

El orden sucesorio, al día de hoy, está recogido en el Art. 57 de nuestra Carta Magna con la siguiente secuencia:

PRINCIPES DE ASTURIAS: D. Felipe y D.ª Leticia.

INFANTA D.ª ELENA. Sus hijos D. Felipe Juan Froilán y D.ª Victoria Eugenia Marichalar y Borbón.

INFANTA D.ª CRISTINA. Sus hijos D. Juan, D. Miguel y D. Pablo (más lo que nacido de la última gestación de la Infanta), Urdangarín y Borbón.

S. A. REAL EL DUQUE DE CALABRIA. D. Carlos de Borbón Dos Sicilias Borbón Parma (hijo de D. Alfonso de Borbón).

LA FAMILIA DEL REY.

La componen los demás familiares que no están incluidos en la línea de sucesión: S.A.R. la Infanta D.ª Pilar; S.A.R. la Infanta D.ª Margarita; el Excmo. Sr. D. Jaime de Marichalar y el Excmo. Sr. D. Ignacio Urdangarín, Excmo. Sr. D. Carlos Zurita más todos los parientes en segundo y tercer grado de S.M. EL REY: Tíos, tías, primos y primas, sobrinos etc.

Por lo que se refiere al tratamiento, los monarcas son: Sus Majestades el Rey y la Reina; vuestra majestad; Augusto, Señores; Señor y Señora.

Los hijos de los Reyes tienen el tratamiento de: El heredero = Príncipe de Asturias; el resto tienen el título de Infante/a y tratamiento de su Alteza Real.

Finalmente, y aquí ¡concluimos de verdad! A efectos de Audiencias y Peticiones a S.M. el Rey, de las que podemos estar necesitados en cualquier momento, se tramitan en petición a través de la Casa de S.M. el Rey, dirigida al Excmo. Sr., Jefe de la Casa. De concederse la audiencia, se recibe contestación positiva, por el mismo conducto.

Aunque no esta prevista etiqueta, se recomienda traje oscuro (azul o negro) camisa blanca con corbata gris, y zapatos y calcetines negros. De exigirse aquella, para audiencias de Academias, como hemos reiterado en varias ocasiones, se utiliza el frac o de existir la dificultades mencionadas hace muchos párrafos, chaqué con chaleco gris, corbata de plastón o en su defecto (mucho defecto) corbata convencional gris. Para militares uniforme de gala, de no exigir otra indumentaria.

Se termina esta historia y puesto que hemos hablado de PROTOCOLO: Excmo. Sr. Presidente, Excmos. Sres. Académicos, Ilmos. Sres., Doctores, Damas y Caballeros: GRACIAS POR SU ATENCIÓN.