El traje. Historia. Origen. Tejidos. Usos

El traje, tal y como lo conocemos hoy en día, tiene su origen en Inglaterra

 

Historia del traje. Traje. Breve historia sobre el traje. Uso y evolución foto base Matteo Minoglio - Pixabay

Breve historia sobre el traje. Uso y evolución

El uso del traje a lo largo de la historia

Es posible remontarse a nuestros más lejanos antepasados y su forma de vestir (los romanos, los egipcios, etcétera) para hacer referencia a su vestuario. Pero como este portal no es de temática sobre moda sino sobre protocolo y etiqueta, vamos a comenzar en un tiempo más cercano al actual para dar unas breves referemcias.

Comenzamos por el siglo XV, donde comienzan a perfilarse los vestidos masculinos que luego darían lugar al traje actual, con las evoluciones pertinentes.

Durante este siglo XV, las togas y otras prendas más largas se acortan. Empiezan a transformarse en chaquetas abiertas por delante y en cuyas mangas se solían bordar los escudos familiares u otros símbolos civiles o militares.

Avanzado ya el siglo XVII, la corte de Luis XIV empieza a tener una gran preocupación por la moda. La chaqueta del traje se empieza a ajustar a la cintura, y la parte de las caderas se deja amplia, empezando a tomar relevancia los encajes, como adorno de estas prendas.

El traje con su hechura actual

Pero el traje, tal y como lo conocemos hoy en día, tiene su origen en Inglaterra. Los trajes se confeccionaban a mano por los maestros de sastrería, quienes escogían a aprendices, a partir de los 12-14 años, y les enseñaban el oficio desde el principio. Debían pasar al menos cuatro años hasta obtener la categoría de oficiales. Era curioso saber que se confeccionaba la chaqueta con un tejido y el pantalón y el chaleco con otro. Aunque empezaba a despuntar el traje como una prenda de uso cotidiano, la elegancia la seguían marcando los trajes de etiqueta como el esmoquin, el chaqué o el frac.

Allá por los años 30, el traje empiezan a tomar las medidas y hechuras tal y como lo conocemos en la actualidad. De hecho, los patrones de aquella época aún se consideran válidos en la actualidad, con las modificaciones pertinentes que la moda y el nuevo ritmo de vida han impuesto hoy.

Traje y elegancia. Hombre elegante. Breve historia sobre el traje. Uso y evolución foto base ArtisticOperations - Pixabay

El traje y su evolución

Una de las mayores variaciones que se han dado en el traje es el pantalón. En un principio se vestía un pantalón corto, por debajo de la rodilla, pero que no llegaba hasta el zapato, dejando ver al completo los calcetines. Eran una especie de pololos o bombachos. También a principios de 1900 se vestían chaquetas o levitas largas, que se fueron acortando para darles mayor comodidad.

A partir de finales del siglo XIX y principios del XX, se alarga el pantalón, y empiezan a tomar las medidas, tal y como los conocemos en la actualidad.

Los trajes más elegantes son los de colores o tonalidades oscuras como los trajes de color negro, gris oscuro o azul oscuro (tipo azul noche). Los trajes de otros colores, según el manual del perfecto "gentleman" se vestían los fines de semana y en otras ocasiones menos formales (verdes, marrones, etcétera).

La moda inglesa, mucho más clásica, mantiene las hechuras desde hace décadas, mientras que franceses y sobre todo italianos, imponen nuevas formas y nuevas innovaciones en el traje masculino.

Con qué tipos de tejidos se confeccionan los trajes

Para la confección de los trajes se utilizan principalmente materias primas como lanas, de gran "pesaje" con tejidos muy tupidos. Actualmente, ha evolucionado mucho la confección de trajes y se emplean una gran diversidad de tejidos, mucho más ligeros como el lino o el algodón. Otra de las características de la moda actual, es la pérdida de terreno de la sastrería a medida, en favor de la moda de serie o comercial -Prêt-à-porter-.

Aunque cabe destacar, que aún existen sastres y sastrerías de reconocido prestigio internacional como Gieves & Hawkes, en Londres o Savile Row, donde se viste el Príncipe Carlos de Inglaterra.

Además de la confección, es muy importante que el traje se confeccione con telas de gran calidad, en el que la reina sigue siendo la lana, en todas sus variedades, consiguiendo excelentes resultados en trajes para cualquier temporada.