No me gusta el regalo ¿es correcto cambiarlo por otro?
Cambiar un regalo no debe ser un acto de puro capricho. Los regalos se pueden cambiar siempre que haya una buena razón
Cambiar los regalos, mejor que haya un motivo
Recibir un regalo casi siempre suele ser un hecho agradable. Otra cosa, es que el regalo recibido sea de nuestro agrado o gusto. ¿Qué podemos hacer? Agradecerlo y ...
Los regalos se agradecen cuando se reciben. Lo que se haga posteriormente con el regalo es cosa de cada uno, aunque es conveniente ser prudentes y tener un poco de sentido común. No es lo habitual cambiar un regalo pero pueden existir diversas razones por las que hacerlo:
- tiene una pieza igual -de adorno, de ropa, etcétera-,
- no utiliza ese tipo de objeto o artículo -cosas para la casa, prendas de vestir, etcétera-,
- no le parece adecuado para la decoración de su casa o no va con su estilo, etcétera,
Estas son solo algunas de las muchas razones que le pueden llevar a querer cambiar un regalo que le han hecho. Lo más habitual suele ser en el caso de prendas de ropa. Por el tema de las tallas o del estilo.
Lo que no es correcto es cambiar un regalo por puro capricho, o bien para obtener el dinero en metálico, pues hoy en día en muchos establecimientos devuelven el dinero, cosa que antaño no ocurría.
Si tiene mucha confianza con la persona o personas que le han hecho el regalo, puede comentar con ellas el hecho de cambiar el regalo, para que vean que su intención no es ocultarlo ni hacerlo porque sí, si no que se debe a una acción premeditada, dando, si lo desea, las razones oportunas.
Si se ha deshecho del regalo, por la razón que sea, cuidado con las mentiras -que dice el refrán "tienen las patas muy cortas"- porque le pueden pillar en un renuncio. Es mejor ser sinceros, que caer en el descrédito de ser pillado en una mentira ("más vale ponerse una vez colorado, que ciento amarillo" dice otro conocido refrán).