Civismo. Invadir el espacio ajeno (con vídeo)

El espacio personal es una especie de "burbuja" en la que una persona se mueve con seguridad y comodidad

 

Invadir espacio. Respeto por el espacio del otro. Invadir el espacio ajeno. Ordenador lleno de notas foto base geralt - Pixabay

Respeto por el espacio de los demás

No invadir el espacio de los demás. Cuestión de respeto y buena educación

El espacio personal es una especie de "burbuja social" en la que nos sentimos cómodos, seguros y confortables. Defendemos este espacio para evitar que nadie entre en él causándonos alguna molestia o incomodidad. Hay que personas que en ocasiones, sin quererlo, ocupan espacios ajenos haciendo sentir incómoda a la otra persona.

Cada día podemos ver decenas de ejemplos en las que casi todos invadimos, en algún momento, de forma consciente o inconsciente el espacio personal de los demás. Con objetos que ocupan su espacio, con ruidos que molestan, con olores... las formas de "invasión" pueden ser muy diversas.

Seres territoriales que necesitan su espacio

Los humanos somos seres territoriales que necesitamos nuestro espacio para sentirnos bien y seguros. Cuando alguien 'invade' nuestro espacio nos solemos sentir incómodos.

La educación es muy importante, porque una persona educada sabe que invadir el espacio ajeno es una forma de molestar o incomodar.

Un ejemplo muy claro, son los transportes públicos. Contamos con un espacio limitado que debemos gestionar. Pero no debemos invadir el espacio ajeno con objetos, como maletas, con nuestro cuerpo, poniendo los pies en otro asiento, etcétera.

También en la mesa, debemos limitarnos a movernos en nuestro espacio. No podemos comer con los brazos abiertos metiendo el codo a nuestro compañero de mesa, o bien con las piernas estiradas hasta tropezar al comensal de enfrente, etcétera. Tenemos que saber amoldarnos al espacio que tenemos y movernos de forma prudente.

Espacio personal, muy importante

El espacio personal íntimo nunca debe ser invadido. Acercarse demasiado a una persona, hasta estar pegado, incomoda a cualquiera. Pero aunque no utilicemos nuestro cuerpo, tampoco hay que invadir con objetos el espacio de los demás. Colocamos nuestro bolso, nuestro maletín, nuestro ordenador portátil, etcétera. Vamos 'conquistando' de forma silenciosa un espacio que no nos corresponde.

El tacto puede ser una forma de invasión. Hay personas que tocan el brazo, el codo, la espalda... sin ningún permiso. No es correcto tener un contacto físico con una persona que no conocemos o con la que no tenemos confianza. Incluso, en confianza, debemos estar seguros que a la otra persona no le molesta.

Teresa también nos comenta en el vídeo otros tipos de 'invasión' como puede ser con el olor, con el ruido, con la luz, etcétera.

Teresa Baró, experta en comunicación no verbal y colaboradora habitual del magnífico programa de RTVE "Para todos la 2" nos da unas cuantas pautas para evitar ser "invasores" del espacio ajeno. Aprender a respetar el espacio de los demás.

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