Carta a un amigo quejándose de su silencio.

Carta y su correspondiente contestación a un amigo quejándose del tiempo que hace que no sabe nada de él.

Novísimo manual epistolar o colección completa de cartas familiares y de comercio.

 

Imagen Genérica Protocolo y Etiqueta protocolo.org

Carta a un amigo quejándose de su silencio.

Sr. D. Fermín Lapuente.

Cádiz.

Orihuela 14 de mayo de 185..

Querido amigo:

Mucho extrañamos el silencio que guarda Vmd. con nosotros desde su partida de está, y esto con tanto más motivo, cuanto Vmd. nos prometió formalmente no olvidarnos durante el tiempo de su ausencia. Si por otro conducto no hubiésemos sabido que goza Vmd. de completa salud, crea Vmd. que nuestra alarma sería muy justa; pero no es por los demás, por quienes debamos saber noticias suyas, precisa es que sea por su conducto que sepamos cómo le prueba esa ciudad, si se divierte Vmd. mucho, si piensa permanecer todavía por más tiempo, en fin todas aquellas tímidas que tanto deben interesar a unos amigos que como nosotros queremos su bien y su felicidad.

La mejor excusa que puede Vmd. darnos, es su pronta contestación, y como dudamos que ésta se haga aguardar por más tiempo, entretanto saludan a Vmd. afectuosamente todos los amigos y en particular este su atento S.S. Q.S.M.B.:

T.D.

Contestación.

Sr. D. T.D.

Orihuela.

Cádiz 19 de mayo de 185..

Mi buen amigo:

He recibido la de Vmd. del 14 del coriente y en verdad que se quejan Vds. con justo motivo de mi prolongado silencio. No por esto crean Vds., sm embargo, que no llevase ánimo de escribirles todos los días; pero, ya porque se atravesaban inconvenientes que me lo impedía, ya porque mis continuas y diversas ocupaciones me lo estorbaban, lo cierto es, que cuántas veces tomé la pluma para participar a Vmd. mi feliz llegada a ésta, así como el buen estado de mí salud, otras tantas debí dejarla, como si estuviese condenado por la fatalidad a no poder ver cumplidos mis deseos.

En fin, cuando he recibido su carta he atropellado por todo y hétenme Vds. dándoles las más expresivas gracias por sus buenos recuerdos y fina amistad. La permanencia en esta ciudad, que como dijo un célebre poeta se parece a un buque pronto a lanzarse al mar que le rodea, me es sumamente grata, y sea que mis quehaceres no me hayan permitido conocer el fastidio, sea que efectivamente reúna muchas bellezas naturales, lo cierto es que ni un solo momento he echado de menos mi ciudad natal. Lo único sí que me falta es la amable compañía de Vmd. y demás amigos a quienes saludará afectuosamente en mi nombre haciéndoles presente el grande deseo que tengo de continuar siendo siempre su más atento servidor y de Vmd. amigo Q.S.M.B.:

Fermín Lapuente.