¿Qué hacemos con el vino, el cava y el champán que sobra ? Guardar la bebida sobrante
Las condiciones ambientales de una casa no son las ideales, no ya para mantener un vino abierto, sino que ni tan siquiera para almacenar vinos cerrados por mucho tiempo
¿Te sobra bebida? ¿Qué hacer con ella? Guardar vino o champán sobrante
Cómo conservar la bebida que no se consume de una sola vez
El problema de la conservación del vino, viene dado por su contacto con el aire. Este contacto hace que el vino se oxide. Guardar una botella de un día para otro no entraña mayor riesgo de que se estropee. El problema viene cuando la guarda es por más tiempo -no se debe guardar más de dos o tres días-.
Mantener unas condiciones ambientales óptimas
Las condiciones ambientales de una casa no son las ideales, no ya para mantener un vino abierto, tampoco, ni tan siquiera para almacenar vinos cerrados por mucho tiempo. La temperatura superior a los 20º, la luz, las vibraciones, etcétera, son muy perjudiciales para los vinos.
Tampoco es adecuado guardar el vino en la terraza o un en armario o botellero en el exterior de la casa -léase jardín, cobertizo, caseta, etcétera-, por los continuos cambios de temperatura que puede sufrir. La temperatura debe ser fresca, 10-12 grados, estable y con ambiente de poca luz, mejor oscuridad.
Pero a lo que íbamos, si queremos reservar un vino de Nochebuena hasta la cena de Fin de Año -o de un día cualquiera para otra fecha más lejana-, debemos tomar algún tipo de medida, para evitar que el vino no se estropee (se ponen ácidos, lo que se conoce como avinagrarse). Aunque nuestra recomendación es que tome un vinito esos días. Es mejor que no guarde la botella abierta durante una semana, pues no estará en las mejores condiciones ese día.
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El vino o cava bien tapado y protegido del calor y la luz
La botella de vino hay que taparla bien, para que deje de estar en contacto con el aire -evitando así el proceso de oxidación del mismo-. Debemos colocar la botella de vino en un sitio oscuro y fresco. La temperatura alta hace que el vino se avinagre con mayor rapidez.
Hay unos sistemas muy sencillos que extraen el aire de la botella por medio de una pequeña especie de 'jeringuilla' que puede prolongar un poco más la vida del vino, al evitar que el vino se oxide más rápidamente al extraerle este 'aire'.
El cava, el champagne y el vino espumoso
Los cavas, los champanes y vinos espumosos o vinos con una cierta "aguja" deben ser consumidos en su totalidad una vez abiertos. Porque además de contar con la oxidación, como nos ocurre con el vino, en este caso tenemos la pérdida de gas carbónico. La combinación de ambos factores dan como resultado un cava o champán "intragable" si queremos guardarlo y servirlo en días posteriores.
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Lo más recomendable es consumir la bebida el mismo día que se abre. Aunque tapemos la botella con cualquiera de los múltiples sistemas que existen en la actualidad, eso no hará que mantenga unas propiedades óptimas de consumo. Ni que decir tiene que mucho menos efectivo es colocar un corcho al revés sobre la boca o una cucharilla dada la vuelta. Eso no tiene efectividad alguna. Estas son leyenda urbanas.
El consejo de los expertos es que lo ideal es consumir el vino el día que se abre o al día siguiente, para hacerlo en las condiciones más optimas. El vino tinto 'aguanta' un poco mejor que el vino rosado o blanco.
La única ventaja respecto del vino, es que al tener que mantenerse fría esta bebida (en el frigorífico) el proceso de oxidación es mucho más lento que el del vino. Lo mejor si nos sobra un cava o algún tipo de espumoso, es utilizarlo en días posteriores para la cocina o para hacer alguna receta con él (como un sorbete helado de cava, por ejemplo).
El corcho original es un buen sistema de cierre para conservar el vino que sobre, así como mantener la botella en posición vertical -no tumbada-. Las botellas solo se deben guardar tumbadas cuando no están abiertas y se deben almacenar en un lugar fresco -sobre unos 13º-, fuera del alcance de la luz. La temperatura mientras más constante mejor, pues los cambios de temperatura le afectan de manera muy negativa al vino.
Si el vino se nos pasa y no está en condiciones para beberlo, puede ser una buen idea utilizarlo para cocinar. Nuestro guiso puede mejorar y 'ganar muchos puntos' cuando se cocina con un buen vino.