Ceder el paso en el transporte público

El uso del transporte público además de tener unas reglas propias de cada compañía tiene unas "reglas" sociales que mejoran el uso de este tipo de transportes

 

Autobus. Pasajeros subiendo al autobús de la línea 20 de Santa Bárbara. Oran Viriyincy

Cortesía en el autobús: ceder el paso

Los buenos modales en el transporte público

Son muchos los usuarios de los transportes públicos, sobre todo en las grandes ciudades, que se encuentran a diario con situaciones muy diversas y, en ocasiones, poco agradables. Antes de hablar sobre el acceso a un transporte público hay que hacer una pequeña matización.

La mayoría de los transportes públicos ya cuentan con una puerta para la entrada de pasajeros y una o varias puertas de salida para las personas que se apean. En estos casos solo hay que utilizar estas puertas de acceso y no habrá problemas para acceder a un transporte o bajar de él.

Cede o no ceder el paso, esa es la cuestión

Ahora bien, si solo hay una puerta de acceso, la costumbre y la propia lógica dicen que deben salir primero las personas que están dentro en un transporte para que luego puedan entrar las personas que quieran acceder a ese medio de transporte.

Con independencia de si un transporte tiene puertas de entrada y salida bien diferenciadas, o solo puertas comunes, como es el caso del metro, si es apropiado tener algún tipo de cortesía con personas con alguna discapacidad, con problemas de movilidad, con personas con niños pequeños o cargadas con bultos, etcétera.

Subir autobús. Subiendo al autobús Jeremy Segrott

En estos casos, es correcto que nosotros subamos antes y ayudemos a subir a estas personas, o bien que salgamos antes del transporte para ayudar a bajar a estas personas tendiendo la mano, sujetando a un niño, etcétera.

Hoy por ti, mañana por mí

Es muy triste ver a diario como algunas personas se hacen las "despistadas", en muchos casos, para evitar tender una mano a las personas que lo necesitan. Mirar a otro lado parece ser que es la solución más fácil para evitar darnos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor. No es una solución sino todo lo contrario, es un gesto muy poco cívico, poco humano y muy poco amable.

Cuando una persona puede requerir la ayuda de más de una persona, no debemos dudar en solicitar la colaboración de alguna otra persona cercana para llevar a cabo nuestra tarea.

Una cosa más. Si alguien rechaza nuestra ayuda tampoco debemos imponerla. Hay personas a las que no les gusta este tipo de gestos por la razón que sea. Les ofrecemos nuestras disculpas por "entrometernos", si es necesario, y seguimos hacia nuestro destino.