Consejos de etiqueta y comportamiento para divertirse en un casino. Qué hacer y no hacer cuando vamos a un casino

La visita a un casino es una experiencia diferente a cualquier otra. Sea grande o pequeño es todo un espectáculo. Ahora bien, los grandes casinos son otro mundo

 

Reglas etiqueta visitar y jugar en un casino. Varios croupiers esperan en sus mesas la llegada de jugadores protocolo.org - FP Pro

Cómo debemos comportarnos cuando vamos a un casino. Guía para primerizos -y no tan primerizos- que visitan un casino

Los juegos de azar pueden ser tan divertidos como peligrosos -cuando perdemos el control-. La primera vez que vamos a un casino puede ser un poco desconcertante. ¿Cómo debo comportarme en un casino? Aquí te damos la respuesta.

Cómo debemos comportarnos en un casino

Cada casino puede tener su propio reglamento y sus propias reglas. Las políticas de cada casino serán aplicadas, aunque se alegue su desconocimiento. Si dudamos, mejor preguntamos.

1. Vestuario apropiado.

Los casinos americanos no suelen ser tan exigentes como los europeos. Pero hay de todo. Un vestuario semiformal puede servirnos para casi todos los casinos. Si se requiere algo más formal, nos lo dirán.

2. Conocer las reglas del juego.

Cualquiera que sea el juego elegido debemos saber jugar. El crupier no es un profesor. Podemos observar algunos juegos para ver cómo se juega. Es mejor informarse y leer algo sobre los juegos que podemos encontrarnos antes de la visita al casino.

3. El teléfono móvil - celular, en el bolso.

Los casinos ya tienen suficientes cámaras para añadir las de nuestros móviles. Es muy posible que nos llamen la atención si queremos grabar o fotografiar algo. Si insistimos, es posible que nos acaben echando. La avanzada tecnología de muchos móviles puede servir para hacer algunas trampas como contar cartas, mensajear a un amigo que está en una mesa de juego, etc. Incluso tener alguna aplicación especial para usar en los casinos. ¡Móviles - celulares fuera!

4. Nada encima de la mesa.

Da lo mismo que juguemos a la ruleta, que al black jack. No se puede, ni se debe, colocar nada encima de la mesa -salvo en algunas mesas que permiten tener una bebida-. Solo las fichas del juego. Poner algo encima de la mesa puede dificultar la labor del crupier, de las cámaras de vigilancia, etc.

5. Cuidado con la bebida.

La bebida suele ser muy barata en los casinos. Incluso, pueden ofrecernos barra libre gratis o por un precio módico. Es una forma de que la gente se anime para jugar más. ¡Cuidado! Si nos pasamos bebiendo, no solo podemos perder los buenos modales. También, podemos perder el control de lo que nos jugamos. Los crupier están bien entrenados para no permitir jugar a las personas 'bebidas'.

Los responsables de los casinos suelen ser implacables con el tema del alcohol. Si perdemos el control, nos pedirán que nos vayamos. Si no lo hacemos, nos echarán.

6. Identificación.

Dependiendo de la legislación de cada país, los casinos pueden obligar a registrarse antes de jugar. Otros, pueden pedir la identificación solo a efectos de comprobación de la edad, el lugar de procedencia, etc. También para comprobar que no estamos en alguna 'lista negra' que nos prohíba entrar.

7. Reglas particulares de cada mesa.

Comentamos que era necesario conocer las reglas del juego antes de jugar. Pero también es necesario conocer las reglas particulares de cada mesa. Las apuestas mínimas, las cantidades que podemos ganar, la velocidad de la mesa, etc. La mejor forma de aprender, es observar durante un tiempo la mesa antes de jugar en ella.

8. Ponerse límites.

Lo peor que nos puede ocurrir en casino es que nos entre la fiebre por ganar, por recuperar lo perdido, por seguir esa tontería de 'estoy en racha'. Este tipo de comportamientos, suelen acabar mal. Hay que ponerse un límite de gasto antes de entrar y respetarlo. Nos evitará muchos problemas.

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9. No dar consejos.

Evitar dar un consejo no pedido. Tampoco es apropiado decir a los demás cómo jugar. Cada persona juega como quiere, aunque según nuestro punto de vista no lo haga bien. Es muy molesto tener a una persona dándonos consejos. O diciéndonos cómo tenemos que jugar o cómo hubiera jugado él.

10. Jugadores supersticiosos.

Pueden llegar a ser una auténtica pesadilla. Una cosa es soplar unos dados, pasarse unas cartas por el brazo, etc. y otra es hacer un número artístico que moleste o desconcentre a otros jugadores.

11. Dar propina al personal.

Es muy gratificante ser generosos. ¿Hemos tenido una mala noche? ¿Hemos perdido en todos los juegos? No son excusas válidas para no dar una propina al personal. El importe de la propina puede variar en función de la suerte que hayamos tenido.

Terminamos recordando que un casino es un centro de diversión siempre que actuemos con prudencia. Los imprudentes pueden acabar mal, muy mal.