Cómo comer el marisco en casa o en un restaurante. La forma correcta de comer el marisco
El marisco es uno de los alimentos que puede ponernos en mayores aprietos a la hora de comerlo. Hay piezas que pueden ser realmente complicadas de comer con un poco de 'dignidad'
Consejos para comer el marisco de forma apropiada sin perder nuestros buenos modales
Comer marisco es una excelente idea para mejorar nuestra dieta porque es una estupenda fuente de proteínas, vitaminas y minerales. No solo son nutritivos los mariscos, sino que también son bajos en grasas y altos en proteínas. Además, ofrecen una amplia variedad de beneficios para la salud. Aquí, mostraremos cómo comer el marisco cuando vamos a un restaurante o cuando vamos como invitados a una casa donde hay alguno de estos mariscos en el menú -o cuando somos nosotros los anfitriones-.
Cuando nos ponen un crustáceo en nuestro plato, en muchos casos, supone un desafío gastronómico como ningún otro. Comer determinadas piezas de marisco implica tener una cierta habilidad y mucha destreza. También, es posible que nos pongan algunos cubiertos especiales. Pueden parecernos muy desconocidos, pero seguro que pronto encontraremos su gran utilidad.
Los 'utensilios' para tomar el marisco
La mejor forma de evitar a los comensales las 'complicaciones' de comer una pieza de marisco o algunos tipos de crustáceos es ofrecerlos bien preparados y listos para comer. Así presentado el marisco, simplemente utilizando los cubiertos de pescado, lo podremos comer sin problema. Siendo sinceros, los mejores cubiertos son las manos. Pero no siempre puede ser la forma más correcta usar las manos.
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Hablando cubiertos de pescado, el cuchillo de pescado, hizo sus primeras apariciones en las mesas más distinguidas a mediados del siglo XIX (1850-1860). Su peculiar diseño está adaptado para poder separar tanto la piel de la carne del pescado sin cortarla. También está diseñado para separar la carne del pescado de las espinas -cosa que se puede hacer con más precisión con la punta redondeada del cuchillo de pescado-. Al cuchillo de pescado también se le conoce con el nombre de pala de pescado. La pala de pescado, al igual que el cuchillo, no se lleva a la boca.
Los otros utensilios más habituales para comer el marisco son:
1. Pinzas. Usadas para romper las partes más duras. Como las patas de un centollo o bogavante, por ejemplo.
2. 'Tenedores largos'. Son unos 'tenedores' muy largos y finos que terminan en dos pequeñas púas. Se utilizan para llegar donde no se puede llegar con otro cubierto.
3. Tenazas. Poco usadas para los mariscos -más para los caracoles-. Se puelen utilizar para sujetar piezas redondeadas como las cañaillas o caracolas de mar. O algún molusco similar.
4. 'Cucharitas largas'. Al igual que los tenedores largos pueden servir para sacar la carne del marisco de partes poco accesibles del marisco. Es muy habitual, que este cubierto esté 'fusionado' en una sola pieza con el tenedor. Por un lado es tenedor y por el otro cucharita.
El conjunto de los utensilios anteriores es lo que se denomina cubiertos de marisco. Ya que, por sí solos, no suelen tener nombres propios. Tampoco tienen unas formas demasiado estandarizadas.
Cómo tomar la langosta
Habitualmente la langosta se sirve partida por su mitad. Por lo que se puede comer perfectamente con los cubiertos de pescado. Si queremos llegar a alguna parte más recóndita, como sus patas -que apenas tienen nada que comer-, o sacar algo de la cabeza, entonces tendremos que utilizar algunos de estos cubiertos especiales.
Cómo tomar el bogavante
Dependiendo del tamaño del bogavante, nos lo pueden servir partido por la mitad, como una langosta, o bien entero, si es pequeño.
Cuando la pieza la sirven entera debemos quitarle todas las patas. Separar la cola de la cabeza. Luego, pelar la cola para tomarla con los cubiertos de pescado. Se puede mojar cada pedazo en alguna salsa, si la hay de acompañamiento. La cabeza se puede tomar con los cubiertos de marisco.
Si nos la sirven troceada por su mitad, es habitual que hayan separado las patas. Incluso, que las patas ya vengan 'golpeadas', cascadas. Es decir, que no haga falta utilizar las tenazas de marisco.
Este 'método' sirve para cualquier tipo de marisco de características similares al bogavante.
Cómo comer un centollo
El centollo se suele servir abierto. Las patas, por un lado; el corazón troceado, por otro; y la cáscara, con su caldo y sus partes comestibles, por otro.
Si no los sirven sin preparar, primero separamos todas sus patas. Luego le quitamos la 'lengüeta' inferior -mucho más grande en las hembras-. Separamos el cuerpo de la cáscara. Se le quitan los pulmones al corazón o cuerpo y lo troceamos. La cáscara se limpia de posibles partes no comestibles y se deja preparada para comer. En algunas zonas se hacen preparaciones especiales: se le añade huevo duro, vino albariño o algún 'arreglo' por el estilo.
Este mismo 'método' sirve para tomar nécoras y mariscos similares.
Cómo tomar mejillones y berberechos
Se pueden tomar, en casi todas las ocasiones, con la mano. La propia concha sirve de 'cuchara'. Ahora bien, si lo vamos a mojar en una mayonesa, o cualquier otro tipo de salsa, es más recomendable utilizar el tenedor.
Si vienen preparados, por ejemplo, en salsa vinagreta, se pueden tomar de un bocado. Siempre, teniendo un poco de cuidado.
Cómo comer los langostinos, gambas y carabineros
Lo mejor es servirlos pelados. Pero no siempre es así. Salvo en ocasiones muy especiales, se pelan con la mano. Tratar de hacerlo con los cubiertos es un verdadero reto. Por eso no se suelen poner sin pelar en comidas muy formales -por ejemplo se puede servir un cóctel de gambas o langostinos-. En el resto de ocasiones, se utilizan las manos sin problema.
Los carabineros por su tamaño, si es posible que tengamos que usar los cubiertos para pelarlos. Aunque, como en el caso de los langostinos, es mejor servirlos ya listos para comer sin tener que pelarlos.
Cómo tomar las ostras
No se sirven sin abrir. Es muy difícil abrir una ostra, porque además de maña hay que tener bastante fuerza. Las ostras se sirven sobre una cama de hielo, para mantener su frescor y que se conserven vivas más tiempo. Se toman con un tenedor de pescado o con un tenedor especial para ostras. Se pueden aliñar simplemente con unas gotas de limón o con otro tipo de aderezos. Eso va a gusto de cada persona.
Se lleva la ostra a la boca acercando la cáscara para evitar pingar jugo de la ostra. No está mal visto tomar el jugo que queda en la concha. También podemos 'despegar' la ostra de su concha y tomarla como un mejillón, usando la concha como cuchara.
En todos los casos, es aconsejable poner unos pequeños recipientes con agua y con rodajas de limón -como un lavafrutas, más o menos- para limpiarse los dedos. También, se pueden emplear unas toallitas húmedas impregnadas en limón u otra esencia.