¿Cómo se pone la mesa? El arte de comer.
Nada tan agradable como ser invitado o poder invitar a los amigos; pero es necesario que la buena educación nos acompañe en todo momento.
Convivencia Social. Formación Familiar y Social. Tercer curso.
El arte de comer.
La comida, manifestación absolutamente física de nuestra vida animal, ha venido a convertirse, gracias a preceptos y reglas rígidas de educación, en un acto artístico y espiritual.
Esto se logra por difíciles y complicadas reglas amontonadas de generación en generación y perfeccionadas cada día. El exceso de lujo y refinamiento sería un sibaritismo condenable, pero la observación de las reglas será siempre agrado y decoro de una buena comida.
Utensilios.
Nada tan agradable como ser invitado o poder invitar a los amigos; pero es necesario que la buena educación nos acompañe en todo momento y sepamos utilizar con naturalidad todos los elementos y utensilios que la costumbre ha consagrado como necesarios para el arte de comer.
Para comer se emplean las siguientes artes o piezas:
Mantel.
Vajilla y cristalería.
Cubiertos.
Lavafrutas.
Servilletas.
(*) Nota para la profesora:
Es inútil explicar esta lección si no se tienen cada uno de los objetos indicados en ella, para enseñarles su uso prácticamente a las alumnas. Por consiguiente, han de dar estas tres lecciones, dedicadas al "Arte de comer", en una Escuela del hogar; de lo contrario resultará aburrida e ineficaz.
Puesto que ya hemos visto los elementos necesarios para tomar la comida, vamos a ver cómo se colocan en la mesa. "Vamos a poner la mesa".
Antes de "poner la mesa", hay que deciros que si bien todo este reglamento embellece y espiritualiza la hora de la comida, no siempre es posible su estricta observancia. Ya que un complicado servicio de comedor supone un gasto inicial fuerte, y un gasto para su conservación.
Sin embargo, vais a aprender exactamente el empleo de los elementos que la civilización, la elegancia y el arte culinario han introducido en el servicio de comedor; y luego, según sean vuestros medios de servicio, valiéndoos de ellos, tratar de acercaros a este ideal. Y así haréis de "la hora de comer" esta hora tan familiar, algo agradable y decorativo, aunque os cueste un esfuerzo y un mayor trabajo.