Poner una vajilla. Tipos de elementos de una vajilla. Cómo colocar de forma correcta la vajilla e la mesa
La mejor opción será escoger algún diseño clásico, válido para cualquier ocasión, pues son piezas que se pasan menos de moda, y son más fáciles de combinar
Cómo colocar la vajilla en la mesa. Los platos y sus tamaños
Platos llanos, platos hondos, platos de postre...
Todos los platos, fuentes y cualquier otro elemento del servicio de una mesa tiene una función eminentemente práctica pero también estética. Por esta razón es importante saber cómo colocar todas las piezas de forma correcta para que no pierdan esa utilidad y esa armonía con el resto de la mesa.
Una buena vajilla es un elemento imprescindible en cualquier mesa elegante, tanto para uso diario como para lucirla en ocasiones especiales. Este conjunto de elementos que se destinan al servicio de la mesa tienen un uso determinado según su forma, tamaño, orden de servicio, etcétera.
¿De qué material está hecha una vajilla?
Existen una gran variedad de materiales con los que fabricar una vajilla. Las vajillas de diario o que se utilizan de un modo más habitual son las de materiales cerámicos y las de loza. Las vajillas de porcelana se suelen reservar para ocasiones más especiales -también suelen ser más delicadas-.
Diseño para una vajilla, ¿clásico o moderno?
Si disponemos de una amplia variedad de materiales, también la tenemos en cuanto a los diseños y los tamaños de las vajillas se refiere. Las cambiantes modas y los avispados fabricantes introducen en el mercado una gran diversidad de tamaños y diseños de vajillas.
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Una de las mejores opciones puede ser escoger algún diseño clásico, que nos sirve casi para cualquier ocasión, pues son diseños que se pasan menos de moda y son más fáciles de combinar. Para uso diario, o reuniones informales, podemos contar con una vajilla de diseño más moderno, de un material cerámico resistente y con unos colores o dibujos algo más atrevidos.
Piezas que componen una vajilla clásica
Una vajilla debe contar, al menos en su formato más básico, con estas piezas:
1. Platos llanos
Dependiendo del diseño de la vajilla, el tamaño suele oscilar entre los 21 a 25 centímetros de diámetro. Los nuevos 'tipos de cocina' y los restaurantes más vanguardistas están adoptando todo tipo de tamaños y formas para los platos -cuadrados, triangulares...- por lo que no se puede hacer una generalización sobre el tamaño o la forma de un plato llano.
2. Platos hondos
Podemos decir lo mismo que para los platos llanos, 'ya no hay normas'. Pueden ser algo más pequeños que los platos llanos, sobre 20 a 24 centímetros de diámetro. Con una concavidad más pronunciada para poder contener líquidos y preparaciones pastosas, tipo puré o crema.
3. Platos de postre
Son platos llanos en pequeño. Su tamaño puede variar entre los 14 a 20 centímetros. Pero, como en los casos anteriores, todo es posible en función del diseño de cada vajilla.
Las vajillas más completas pueden llegar a tener un número de piezas elevado, aunque muchas de ellas no se suelen utilizar nada más que en contadas ocasiones. En estas vajillas más clásicas podemos encontrar:
- platos y tazas de consomé,
- sopera,
- salseras,
- fuentes de los más diversos tamaños y formas,
- platos especiales para espárragos,
- cuencos diversos, etcétera.
Cuidado con usar piezas poco comunes de la vajilla que puedan poner en un compromiso a nuestros invitados. Si se ponen en la mesa, no está de más dar una pequeña explicación sobre su uso, si hiciera falta.
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Algunas piezas, que inicialmente no componen la vajilla, suelen ser los bajoplatos o platos de presentación, cada vez más utilizados en la mesa y muy elegantes. Se colocan como elemento decorativo, y como base de la vajilla tradicional.
Cuando tengamos una comida formal o de cierta importancia, procuraremos usar vajillas de buena calidad (tipo Sevres, Limoges, Rosenthal...).
Cuando pongamos los platos en la mesa hay que recordar que no se colocan, salvo excepciones, dos platos iguales juntos (dos platos llanos -al menos del mismo tamaño- o dos platos hondos juntos, por ejemplo). Tampoco se debe colocar directamente sobre el mantel (o el bajo-plato) un plato hondo.
Cómo colocar los platos en la mesa
Los platos se colocan separados entre sí unos 45 centímetros y a unos 2-3 centímetros del borde de la mesa (para no tener que medirlo con tanta precisión, como uno o dos dedos, más o menos). Los platos deben colocarse limpios, libres de roturas o evitar colocar aquellos que estén algo rayados o dañados.
Se puede colocar un plato de "relleno" o de presentación que se retira cuando se va a servir la comida. Si colocamos un platillo para el pan, este se coloca en la parte superior izquierda, justo encima de los cubiertos de la izquierda -sitio de los tenedores-. Puede ir acompañado de un pequeño cuchillo (tipo postre y sin filo) para untar la mantequilla. En este platillo se coloca una pieza de pan que puede ser un bollo u otro tipo de pieza o rebanada.