Modales y cortesía. La buena mesa.
Es indispensable tener respeto por las personas que nos acompañan a la mesa, que es también sinónimo de respeto por nuestra persona los modales y cortesía que mostremos en todo momento hablarán de nosotros más que mil palabras.
La educación nunca pasará de moda. Hay que ejercitar la cortesía
Es indispensable tener respeto por las personas que nos acompañan a la mesa, que es también sinónimo de respeto por nuestra persona los modales y cortesía que mostremos en todo momento hablarán de nosotros más que mil palabras.
Debemos tener cuidado de no introducir los alimentos demasiado calientes a la boca, pues esto evitará hacer gestos desesperados.
No se debe meter el pan al plato para limpiarlo con los dedos, pues no es correcto dejar un plato como si no se hubiera usado; así como también resulta incorrecto dejarlo con comida en los bordes.
No se deben chupar los dedos, tampoco se deben limpiar los dientes con la lengua al terminar de comer.
No debe ofrecer cubiertos ya usados, bebida de su vaso o sobras de pan.
Al momento de pasar algo es incorrecto cruzar su cuerpo con el brazo, cambie el objeto de una mano a otra para entregarlo de ese lado, a la persona que lo solicita.
Es incorrecto atravesar a alguien para pasar algo a una tercera persona; es mejor pedirle por favor a un comensal que lo haga por usted.
La costumbre de tomar un vaso por la parte central dejando uno, dos o tres dedos levantados resulta algo cursi y no se debe hacer; lo indicado es conducirse de manera natural.
El tomar un vaso por la parte superior no resulta ser algo práctico, todo lo contrario pues al finalizar de beber su contenido el rostro quedará mirando hacia arriba. Lo indicado es tomarlo de la parte inferior. Se pueden colocar uno o dos dedos debajo del vaso: el meñique y anular dan seguridad. Para servir un vaso se debe tomar y colocar del fondo. Es antihigiénico tomarlo de arriba.
Colocando una servilleta entre vaso y plato, dejándolo a un lado de la persona, pues no se debe dar directamente a la persona que lo solicita.
Al utilizar el salero colóquelo de manera horizontal, dándole suaves golpecitos con el dedo índice para controlar la cantidad deseada. Evite moverlo de arriba a abajo.
Si la sal se encuentra en un salero sin tapa o en un plato, tómela con la punta de un cuchillo dejándola caer con suaves golpecitos de su dedo índice, jamás la tome con los dedos.
Si se le pide el salero, páselo antes de usarlo.
Finalmente debe recordar que agregar sal, o cualquier otro condimento antes de probar los alimentos, es sinónimo de que no se tiene buen paladar, además de estropear la sazón original del platillo.