El aperitivo Navideño
El aperitivo favorece la relación entre los invitados y ayuda a los anfitriones a recibir de forma escalonada a sus invitados
Ventajas de ofrecer un aperitivo navideño a nuestros invitados
¿Qué alimentos podemos ofrecer para un aperitivo en las fiestas de Navidad?
En estas fechas de Navidad es habitual reunirse muchas personas para celebrar cualquiera de las múltiples fiestas que se festejan en esos días -cena de Nochebuena y Nochevieja, comida de Navidad, etcétera-. Nos visitan amigos, familiares, compañeros, vecinos...
Una buena forma de "socializar" antes de sentarse a la mesa, o con motivo de una visita fugaz de unos vecinos que van a felicitarnos, es ofrecer un pequeño aperitivo, picoteo o tentempié.
Un buen anfitrión deberá ser previsor y tendrá todo a mano. De esta manera puede preparar todo en un momento, unas fuentes, y alguna cosas para picar como embutidos, fiambres, frutos secos, alguna conserva -sobre todo de pescado, del tipo mejillones, berberechos, etcétera-, canapés o pequeños sandwichs… No hay que ofrecer ni mucha cantidad, ni elaboraciones muy 'potentes' que puedan hacer perder el apetito a los invitados.
Las bebidas que puede ofrecer son cerveza, vino, cava o champán, sidra... así como zumos y refrescos. Los destilados o bebidas espiritosas -como dicen los anglosajones- mejor dejarlas para después de la cena. Aunque hay algunos anfitriones a los que les gusta poner alguna ginebra, vodka, etcétera. Cada anfitrión decide qué ofrecer o no ofrecer.
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¿Dónde se puede servir un aperitivo?
Depende de la casa de cada uno. Si tiene espacio, es buena idea hacerlo en una habitación distinta a la del comedor. Puede ser un porche, terraza, jardín, etc. si está en una zona tropical o templada; si está en una zona fría, mejor elegir un salón, comedor o habitación amplia y espaciosa.
Si no cuenta con mucho espacio, puede utilizar alguna mesa auxiliar e incluso en alguna de las mesas de centro que tenga en el comedor o en la habitación donde vaya a ofrecer ese aperitivo.
¿Cuánto debe durar un aperitivo?
Un aperitivo no debería durar más de veinte o treinta minutos para no cansar a los invitados, y evitar que coman o beban "de más" lo que puede repercutir en la cena o almuerzo posterior.
La duración del aperitivo se puede prolongar un poco por varias razones -todas ellas 'justificadas'-:
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1. Por el retraso de algunos invitados. Se alarga un poco la conversación y se puede ofrecer algún aperitivo extra, mientras se espera a que lleguen los que falta para poder sentarse a la mesa.
2. Algún plato del menú necesita más tiempo. Un retraso en poner algo en el horno, un pequeño percance -como se queme algo, etcétera- hace necesario hacer algunos cambios de última hora. Un poco de paciencia.
3. Imprevistos. Como su nombre indica es algo no previsto. Una visita inesperada de un vecino, amigo; un percance que requiere atención urgente como puede ser un mareo, un corte con un cuchillo de cocina; la rotura de alguna pieza de la vajilla o de la cristalería... Alargando el aperitivo se puede tener entretenidos a los invitados mientras se solventan estos imprevistos.