Algunas de las más importantes reglas, su origen y sentido

Algunas de las más importantes reglas de actuación tienen lugar en nuestro propio ámbito, nuestro ordenador, nuestro disco duro, nuestros mailboxes ... no son pues públicas

Revista TONOS

 

Buena conducta en Internet. El uso de los servicios de internet protocolo.org - foto base FP Pro

Reglas no escritas de comportamiento en Internet

Lo que sigue no tiene, ni mucho menos, el sentido, la intención o el alcance de servir como guía o manual de buenas maneras. Ni por el formato que se da a la información, ni por la forma de organizarla. Solo es una recopilación de normas que sirvan como ejemplo de lo dicho.

Veamos pues algunas de las más frecuentes reglas de buenas maneras según qué servicio o ámbito de aplicación.

No se trata de una relación exhaustiva. Excluimos los servicios, o más bien usos de Internet, que tienen más que ver con el entretenimiento como pueden ser el chat o ciertas modalidades de mensajería basadas en la web. Tampoco incluimos las reglas o los criterios que tienen como justificación la accesibilidad, aunque ya hemos señalado la escasa diferencia que hay en algunos casos entre netiquette y accesibilidad.

Para ello hemos tenido en cuenta las reglas de netiquette más comúnmente aceptadas como son las que aparecen en las referencias, y las que hemos visto que se repiten con más frecuencia, de igual forma hemos excluido otras por considerarlas de carácter anecdótico o de nula vigencia.

Por lo demás escribiremos las pautas en estilo directo y personal, o de exordio, como suelen aparecer en las guías de netiquette.

1. En nuestro ámbito (en el dominio propio de cada usuario)

Algunas de las más importantes reglas de actuación tienen lugar en nuestro propio ámbito, nuestro ordenador, nuestro disco duro, nuestros mailboxes,... No son pues públicas, pero tienen sentido por la repercusión que puedan tener en el ámbito público de la red o en el interpersonal, al extenderse las consecuencias de su no observación o de la mala práctica que supone no guardarlas, más allá de nuestra área de trabajo exclusiva. Pensemos por ejemplo en un reventón de los mailboxes ocasionado por una irresponsable acumulación de mensajes. Ello nos llevaría a perder datos importantes de nuestra correspondencia, tanto de la enviada como de la recibida, agendas, etc. que llegasen a donde no debiesen llegar, a faltas en la privacidad, ...

La buenas maneras en Internet