Cosméticos naturales.
Las propiedades de los cosméticos naturales son muy adecuadas para el cuidado del cuerpo.
Cosméticos naturales.
Como el uso de los cosméticos naturales no presenta ningún peligro, no hay nadie que pueda abusar de ellos, y nos contentaremos con enumerarlos, indicando sus propiedades.
El agua.
El agua es el primero de los cosméticos, cuyo uso diario es indispensable para el tocador. Se emplea fría o caliente; las personas robustas deben usarla fría o a lo más templada. En los tiempos de hielo los niños y personas delicadas se pueden calentar para limpiar el cutis.
La leche.
Hay personas que se lavan la cara, los brazos y pecho con leche para suavizar la piel y conservar su morbidez. Este medio es bastante bueno.
La yema del huevo tiene las mismas cualidades que la leche. Con ella se deben restregar las mismas partes, y después se quita lavándose con un poco de agua, y enjuagándose con un paño fino. Se ha de procurar no usar jamás de lienzos demasiado fuertes, y si frotarse suavemente para conservar hermoso el cutis.
La carne y el jugo de cohombro refrescan la piel y la limpian perfectamente. Su uso en la estación conveniente no puede menos de ser ventajosa.
Jugo ácido de naranjas, limones y grosella blanca.
El parénquima de estas frutas y su jugo limpian muy bien el cutis y desprenden el polvo que se le pega; y algunas veces se usa también del jugo de estos frutos, echándolos en un vaso de agua simple para hacerlos más refrescantes y activos. Estos zumos, en algunos casos, pueden venir a ser higiénicos o medicinales.
Flores de habas.
Esta flor recién cogida se emplea para quitar las manchas negras sobre la piel. Para este efecto se estrujan un poco estas flores entre los dedos, y se da con ellas a las manchas al tiempo de acostarse. Se reitera esta operación durante la estación, teniendo cuidado de lavarse la cara a la mañana siguiente.
Remolacha roja.
La raíz de esta planta se emplea para dar a los labios y mejillas pálidas el color de rosa que indica juventud y buena salud. No tiene inconveniente su uso, y se prefiere a todas las composiciones químicas, tan ponderadas y tan caras.
"Para encubrir a propios y aun a extraños
la ofensa irreparable de los años".