La corbata tradicional vuelve. Tecnología y elegancia en convivencia
Los directivos de empresas puntocom y los jóvenes aupados a los puestos ejecutivos de las empresas de la denominada vieja economía han vuelto a la tradicional prenda de vestir
Vuelve la corbata a las empresas puntocom
Los directivos de las empresas puntocom y los jóvenes aupados a los puestos ejecutivos de las empresas de la denominada vieja economía han vuelto a la tradicional prenda de vestir.
Los directivos de empresas puntocom y los jóvenes aupados a los puestos ejecutivos de las empresas de la denominada vieja economía han vuelto a la tradicional prenda de vestir, una especie de símbolo tradicional que pareció desaparecer con la eclosión de los nuevos millonarios, jóvenes caracterizados por los fuertes pelotazos que consiguieron dar a través de la venta de su portal. Pero el tiempo ha puesto muchas cosas en su sitio, tras el batacazo del Nasdaq y sus consecuencias sobre las empresas de la Nueva Economía en Europa. Y, cómo no, también en España.
La crisis de las empresas punto com
Los malos tiempos se han cebado incluso con empresas paradigmáticas de la Red: Yahoo experimentó el trimestre pasado una caída de la facturación del 22%, y una regulación de empleo que afectará a más de 3.000 personas.
Las regulaciones de empleo ya no son noticia en los portales. La crisis se ha hecho más que evidente, y las soluciones pasan por huir de las frivolidades y volver a algunas recetas tradicionales, corbata incluida.
Te puede interesar: Cómo vestir correctamente una corbata (con vídeo)
Internet ha permitido revitalizar la economía: un nuevo sector que no parecía seguir las reglas tradicionales, con multimillonarios planes de inversión basados en expectativas. Esa bocanada de aire fresco se ha notado también en el ámbito de las relaciones laborales, con la generalización de los incentivos y un paquete de nuevas medidas que se ha ido trasladando también a las empresas de la vieja economía.
Hasta ahí todo correcto. Pero el "todo vale" de los últimos meses ha olvidado, en muchos casos, la finalidad última de todas las empresas: obtener beneficios, reducir costes, aumentar la productividad.
Las fuertes pérdidas de algunos de los portales más emblemáticos hacen mella ahora en los bolsillos de los inversores, grandes grupos que acudieron a las firmas de Internet atraídos por las expectativas de crecimiento. Pero hay otros perjudicados: los trabajadores de las plantillas de estas empresas. La mayoría de los planes de reestructuración de estas empresas se encabezan con fuertes recortes de personal.
La corbata sigue ahora como símbolo del nudo que atraviesan las puntocom, y como constatación de que, pese a las novedades que ha introducido, Internet no escapa al tradicional análisis coste-beneficio.