Modelo de Despacho oficial.

Legación de España en Washington. Modelo de Despacho oficial.

Guía de Protocolo Diplomático.

 

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Modelo de Despacho oficial.

LEGACIÓN DE ESPAÑA
EN WASHINGTON.

Núm. 292.
Subsecretaría.

Excmo. Señor:
Muy Señor mío: Los individuos todos que componen el Congreso para determinar el meridiano inicial común, han creido cumplir con imprescindible deber de cortesía, yendo a visitar juntos, y con su Presidente a la cabeza, al que lo es de esta República.

La visita se realizó el 16 del corriente mes al medio día. El Jefe del Estado nos recibió en traje de mañana, y nosotros asimismo nos presentamos ante él sin mayor ceremonia.

El Presidente del Congreso, Contraalmirante Rodger, leyó un breve discurso y el Presidente de la República leyó otro no más prolijo. Después, ya el Secretario Frelingheysen, ya el Contraalmirante, presentaron uno a uno a Mr. Arthur a todos los delegados que él aún no conocía, y Mr. Arthur habló con todos, mostrándose muy afable y complacido de nuestros trabajos, deliberaciones y decisiones.

Para guardar, sin duda, recuerdo gráfico de este Congreso; y la impresión o estampa de los rostros y fisonomías de tantos sabios y representantes de los más apartados países del globo, el Presidente habin imaginado sacar nuestros retratos en grupo, por medio de la fotografía, a lo cual casi todos nos prestamos gustosos, pues apenas hay varón, por modesto y retraído que sea, que no se complazca y encante en dejar señales y memoria de sí por donde quiera que pasa.

La fotografía, pues, se hizo en la propia escalinata de la Casa Blanca, donde todo estaba ya preparado por un hábil fotógrafo. Cada cual se puso donde le pareció menos mal o donde por casualidad se hallaba.

Este Gobierno, para obsequiarnos con alguna fiesta, nos convidó, según aquí es repetidísima costumbre, a visitar el sepulcro de Washington, a donde suele irse como en peregrinación casi religiosa. Se halla este sepulcro, que no tiene brillo material alguno, y sí sólo el lustre de la gloria, a 15 millas de esta ciudad, sobre la orilla fértil del Potomac, en Virginia, y en sitio amenísimo por su frondoso arbolado, sitio que llaman Monte Vernow, propiedad que fue del fundador de esta República y que, comprada por suscripción nacional a los descendientes del héroe, es hoy del Estado, o mejor dicho, del pueblo.

El Secretario Frelinghnysen hizo los honores de aquella expedición, llevando a bordo de un lindo barco de vapor de recreo, con bies compuesta banda de música, a los delegados y a cuantas señoras cada cual quiso y pudo llevar en su compañía, según estaba autorizado por la esquela de convite.

Yo me excusé y no asistí a esta gira por sentirme harto delicado de salud, pero sé por los colegas, que todo estuvo animadísimo, que hubo muchos convidados de ambos sexos, y que las cosas siguieron el mismo curso y orden de siempre.

Después de visitar el sepulcro y la casa de Washington, donde aún se ven varios objetos de que usó en vida, los peregrinos volvieron a bordo, y durante el corto viaje de vuelta fueron obsequiados con opíparo lunch.

Dios, etc. Washington, 20 de Octubre de 1884.

Excmo. Señor
B.L.M. de V.E.
su atento y seguro servidor
Juan Valera.

Excmo. Señor Ministro de Estado,
etc. etc. etc.