Diferencias recepción de Ministros Plenipotenciarios y de los Embajadores. II.

La Corte de Berlín, establece muy poca diferencia entre la Etiqueta observada para la recepción de los Ministros Plenipotenciarios y la que se usa para la de los Embajadores.

Guía de Protocolo Diplomático.

 

Imagen Genérica Protocolo y Etiqueta protocolo.org

DE LOS MINISTROS PLENIPOTENCIARIOS.

Diferencias entre la recepción que se hace a éstos y la que tienen los Embajadores.

En toda fiesta particular u oficial, los Embajadores y sus señoras pasan antes que todos los funcionarios del país, y de sus respectivas esposas, sin distinción alguna.

A mediados de Enero, el Gran Maestro de Ceremonias del Emperador, pasa una circular al Cuerpo Diplomático invitándolo a un Concierto que tiene lugar el 21 en el Gran Palacio, (el llamado Schloss). En dicha invitación se ruega a los Jefes de Misión que indiquen los nombres de los Secretarios o Agregados, que habiendo llegado durante aquel año a Berlín, no han sido presentados aún a S.M. La nota se envía al Gran Maestro de Ceremonias, y si hay algún nuevo Secretario o Agregado casado, se avisa también a la Camarera Mayor de la Emperatriz.

Antes de este Concierto, hay Círculo Diplomático, costumbre que se observa antes de empezar cualquier fiesta de Palacio; y entonces los Jefes de Misión presentan a los nuevos Secretarios o Agregados, y sus señoras, o en su defecto, la del Decano del Cuerpo Diplomático presenta a sus esposas. Solo en este dia pueden ser presentados a la Corte los Secretarios y Agregados que llegan a Berlín en el trascurso del año. Igual regla se observa con los Encargados de Negocios efectivos, solo que a estos los presenta a S.M. el Ministro de Estado, y a su señora la del Decano, pero siempre en el Círculo de Corte.

En los bailes que sucesivamente se celebran en Palacio después de este Concierto, los Jefes de Misión presentan a SS.AA.II. los Secretarios y Agregados recien llegados; y las señoras se hacen presentar a las Princesas por las esposas de sus Jefes. Los Príncipes se hacen presentar a las señoras de los Diplomáticos.

Terminadas las fiestas de Corte desde Semana Santa hasta el mes de Enero, ni los Embajadores ni los Ministros ven más al Emperador en su Palacio.

Damos estos apuntes, solo para que se pueda formar una idea general del Ceremonial de las Grandes Potencias de Europa, porque nada tiene en sí de particular. Berlín es una Corte militar, no se atiende a más elemento que a éste, ni se reconoce ni aprecia al civil, cualquiera que sea su categoría. Sus recepciones revisten siempre un carácter íntimo y casi demasiado descuidado. Además ofrece aquella Corte una particularidad, y es que tiene dos palacios imperiales. El Palacio Real de Prusia, que llaman Schloss (castillo), donde el Emperador no habita nunca, que es donde se celebran las grandes fiestas de la Corte, y el Palacio pequeño, que es donde habitó y habita S.M. desde que era Príncipe Real y no ha querido jamás abandonar. Allí es donde, a pesar de no haber salón del trono, recibe las audiencias de entrega de Credenciales y de Recredenciales de los Enviados diplomáticos extranjeros.

Todo en esta Corte recuerda los usos y los Ceromoniales primitivos, en los que no se pensaba más que en rodear al Monarca del mayor aparato y de la pompa más imponente. La Corte de Berlín es para los militares, lo que fue la Corte Imperial de Francia, para todos los Diplomáticos en general.

Los Embajadores acreditados cerca de S.M. el Emperador de Alemania, después de entregar sus Cartas credenciales, solicitan por conducto del Secretario de Estado de Negocios Extranjeros, una audiencia de cada uno de los Príncipes de la Familia Imperial y Real de Prusia, sin distinción de categoría alguna.

Los Jefes superiores de las respectivas Casas de Sus Altezas Imperiales y Reales, responden, directamente, por escrito, al Embajador, participándole el día y la hora de su audiencia.

Los Príncipes no devuelven esta visita a los Embajadores, pero acostumbran aprovechar la primera ocasión solemne, como el día primero de año, el día del Santo del Soberano, etc., etc., para hacer una visita a sus esposas.