Palabras de bienvenida. Primer encuentro Responsables de Protocolo y Relaciones Institucionales de Universidad

Palabras de bienvenida al Primer Encuentro de Responsables de Protocolo y Relaciones Institucionales de Universidad

 

Protocolo - Universidad. Micrófono foto base bohed - Pixabay

Protocolo Universitario: palabras de bienvenida a todos los participantes del encuentro

Primer Encuentro de Responsables de Protocolo y Relaciones Institucionales de Universidad

Las cosas no ocurren porque sí y hemos de decir, para agradecerlo, que hemos encontrado en nuestra Universidad, todo el apoyo posible para la realización de esta reunión.

El Sr. Rector, seamos protocolarios, el Excelentísimo y Magnífico Sr. Rector, por su cargo, D. Lorenzo Morillas en lo personal, ha conocido y ayudado desde el principio en la organización, y su presencia hoy aquí, es demostración de ello.

El Excelentísimo Sr. Presidente del Consejo Social, D. José María Quintana al margen de saber que, por su cargo, es destinatario de algunas de las discusiones, ha mostrado un gran interés y nos ha brindado su apoyo, conocimientos y documentación.

En la Universidad de Granada lo que afecta al protocolo pasa por el Ilustrísimo Sr. Secretario General, D. Joaquín Molero, que como botánico sabe que lo ornamental y lo funcional pueden ser la misma cosa.

Es sabido que toda organización lleva detrás una gran cantidad de trabajo desinteresado. Muchos lo han hecho, pero quiero agradecerlo en las personas de Da Teresa Ferrón y Da Margarita Rodríguez, (Tere y Marga para todos nosotros) que han constituido el equipo básico.... y así podríamos continuar hablando de otra mucha gente de la Universidad de Granada, pero de todos ellos, y para no cansar queremos resaltar a una personalidad, Ilustrísima por su Decanato, y docto por conocimientos, D. Julio Iglesias de Ussel, que es además una promesa fecunda para el protocolo, que aceptó el reto, totalmente al margen de sus investigaciones cotidianas, de entroncar inteligentemente el protocolo con la Sociología.

A pesar de que las cosas y de que las reuniones son lo que al final resultan ser, inicialmente hay razones para empezar como empiezan. En ningún momento hemos pretendido que esta reunión sea un curso, sino una breve puesta en común (que diría un cura), un taller (en el lenguaje de psicólogos y pedagogos) para abordar una problemática que afecta a todas las Universidades "El Protocolo Universitario", y que se enfrenta a retos, como la escasa y equívoca definición que tiene actualmente; o la permanente referencia de la normativa protocolaria a "los usos y costumbres", que son inexistentes para el 80% de los centros universitarios actuales. A la vez son desconocidas y/o aparentemente rechazados por el 90% de los miembros de la Comunidad Universitaria, aunque bien saben ustedes, todos ellos agradecen se les trate con la precedencia que creen merecer.

La misma diversidad o indefinición aparece respecto a las responsabilidades y ejecución del protocolo en las Universidades, de ahí la composición de esta reunión en la que por primera vez nos juntamos responsables políticos y administrativos, con independencia de que sean docentes o no y tengan otras responsabilidades.

Entre nosotros hay expertos en protocolo, responsables a regañadientes de protocolo, ejecutores de las normas protocolarias en multitud de actos, y todos los que queremos estar un poco más seguros en nuestro trabajo.

En la naturaleza el protocolo es, en casos, indispensable para conservar la vida frente a los semejantes o superiores jerárquicos. Aquéllos organismos de escasa memoria o poco cuidadosos, como el macho de la mantis religiosa, pagan con su vida la osadía de acercarse a la hembra con claras intenciones amorosas, sin cumplir el ritual que le alejaría de las garras de su amada; creemos que los responsables de protocolo, tenemos la obligación de invertir la secuencia y convertir en personas agradecidas incluso a aquéllas que se acercan hostiles y desairadas.

Y para terminar una anécdota de nuestra historia, también un poco truculenta. El protocolo ha hecho ganar títulos de nobleza y honores, incluso apellidos. Las disputas que mantuvieron la Casa del Infantado con la Casa de los Orejones de Lama, se resolvieron finalmente gracias al Alférez, también Mayordomo, de los antecesores del Marqués de Santillana, que, en nombre de su señor, invitó a una opípara cena a sus oponentes, a los que después de embriagar, decapitó; agradecido el del Infantado le concedió escudo y apellido que aún conservan con la leyenda "ARDID ES DE CABALLEROS, CEBALLOS PARA VENCELLOS", origen naturalmente como podrán comprender del actual apellido Ceballos. Estoy segura que ninguno de nosotros se atrevería a tanto.

Muchas gracias.