Las niñas y la buena educación en las visitas

Las visitas a casas de amigos o familiares suelen ser frecuentes y hay que aprender a saber comportarse de forma correcta

Cartilla moderna de urbanidad para niñas

 

Urbanidad. Visitas. La niña bien educada. protocolo.org

Cómo debe comportarse una niña bien educada cuando va de visita

Aquella urbanidad

1. ¿Cuándo hace visitas la niña bien educada?

Cuando acompaña a sus padres, y, algunas veces, cuando sus padres le permiten ir a ver a alguna amiguita.

2. ¿Qué miramientos tiene la niña bien educada en las visitas?

Primero. Llevar el traje bien aseado y limpio

Segundo. Saludar afectuosamente a las personas conocidas; con algo más de oficiosidad a las extrañas, y muy atentamente a todas.

Tercero. Seguir puntualmente las enseñanzas y consejos que para tales casos le dan sus padres, porque la niña obediente siempre es bien educada.

3. ¿Qué actitud y compostura guarda la niña bien educada en las visitas?

Ante todo natural y sosegada, respondiendo claramente a lo que le preguntan sin prisas y sin miedo.

4. ¿En qué pondrá particular empeño la niña bien educada durante las visitas?

En saber callar y saber escuchar, que son dos cualidades preciosísimas, pero cuya obtención requiere mucho talento y mucha atención.

5. ¿Podrán las niñas ir a jugar juntas a otra parte de la casa?

Lo podrán siempre que se lo permitan y lo harán en cuanto se lo digan o se lo indiquen, aunque sea solo a medias o indirectamente.

6. ¿Acepta regalos en las visitas la niña bien educada?

Aceptará con amabilidad y fineza los dulces, flores, etc., que le ofrezcan, teniendo presente que rehusarlos sería mucha grosería.

En las visitas es donde las niñas desconsideradas suelen cometer los mayores despropósitos. Véase el siguiente ejemplo entre los muchos que pudieran referirse.

La carta de la tía Joaquina

La tía de una una niña que se llamaba Joaquina, había venido a pasar unos días con la familia de esta niña. Estaba la tía escribiendo una carta a los abuelitos, para decirles que había llegado bien y darles otras noticias. La buena de Joaquina, que era muy curiosilla, se fue acercando poco a poco por detrás e iba leyendo lo que la tía escribía. La cual lo vio por un espejo que estaba enfrente, y siguió escribiendo esta frase en la misma carta:

- Muchas cosas más os diría, pero Joaquinita está detrás leyéndolo...

- ¡Tíita!, si no es verdad que haya leído nada, exclamó la curiosilla avergonzada.

Urbanidad. Relato de la carta. protocolo.org

 

Urbanidad. Visitas. La niña bien educada. protocolo.org

 

Urbanidad. Visitas. La niña mal educada. protocolo.org