Qué decir en cada momento. Encontrar las palabras justas. Saber qué decir

Las palabras pueden ser adecuadas para expresar tanto una felicitación como un pésame

 

Qué decir. Conversación. Qué decir en cada momento foto base irinakeinanen - Pixabay

Cada momento tiene sus palabras: qué decir según el momento

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Hay veces que el silencio es la mejor forma de expresar algo. Pero, normalmente, hay que hacer algo más. No vale solamente con quedarse callado, hay que saber encontrar las palabras adecuadas para expresar tanto una felicitación como un pésame, o unas palabras de apoyo en un momento difícil.

Las palabras pueden ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo; nos alegran, nos calman, nos compadecen, nos apoyan ... en definitiva, nos ayudan a compartir tanto nuestras alegrías como nuestras penas, o nuestro dolor.

Todos sabemos lo complicado que puede resultar decir unas palabras en momentos difíciles. Felicitar suele ser más sencillo, pues se puede hacer de muchas maneras, con muchas expresiones y sin tener que tener tanto cuidado como con unas palabras de pésame o cualquier otro tipo de condolencia o momento doloroso.

Incluso en determinados momentos, sobre todo los más comprometidos, nos podemos quedar en blanco sin saber que decir. Hay que aprender a saber salir al paso en estas situaciones.

Palabras sentidas, emociones compartidas

Primeramente, hay que sentir lo que se dice. Si no, es mejor no decirlo. No vayamos a visitar a un enfermo, a dar un pésame o a felicitar a una persona a la que odiamos o por la que no sentimos demasiada simpatía. Decir una cosa y sentir otra, no es demasiado honesto por nuestra parte. En estos casos, el silencio es la mejor acción que podemos ejercitar.

Cuando queremos decir algo a otra persona, debemos evaluar, de una forma bastante rápida, su estado. Debemos tratar de conocer el 'estado emocional' de la persona teniendo en cuenta detalles tales como su aspecto, su forma de expresarse, su mirada, etcétera. Así podemos "controlar" el nivel de apoyo que necesita y el que nosotros podemos prestarle, de forma verbal. Hay veces que aunque las palabras digan una cosa el rostro, los gestos, etcétera, dicen otra cosa. Algunas veces la ayuda no la pide la persona sino su cuerpo o sus actos.

Dedicar un poco tiempo

Tomarse tiempo es necesario. No vale con acudir a un lugar para felicitar o acompañar y hacer una 'visita de médico'. Las visitas o llamadas, "solo por cumplir", no son de gran ayuda en muchas ocasiones. Hay que saber que el tiempo es vital para compartir con otras personas sus alegrías o sus penas.

Buscar las palabras más adecuadas y positivas

Tanto para felicitar como para apoyar, consolar, compartir... debemos utilizar siempre palabras positivas. No se debe dar cualquier síntoma de desánimo o utilizar palabras que aporten un carácter negativo a nuestras frases.

Frases hechas. Cuidado con utilizar frases que no ayudan y no dejan de ser tópicos utilizados por personas que apenas se conocen entre si. Siempre fue un estudiante modelo -nunca aprobó un curso completo-, era un conversador estupendo -apenas hablaba-, adoraba a su esposa -estaba soltero-, etcétera. Se podrían dar miles de frases hechas, de errores garrafales que se dan en fiestas, hospitales, velatorios y otros tipos de situaciones.

¡Cuidado con lo que decimos y dónde lo decimos! Meter la pata es muy fácil cuando se trata de aparentar lo que no somos o lo que no conocemos bien.