Obligaciones para con la familia. Lección cuarta.

Respeto a los padres y a los familiares. El besamanos.

Reglas de Urbanidad para niños y niñas. Imprenta José Matas. 1843.

 

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Obligaciones para con la familia. Urbanidad.

* Pregunta. ¿Qué debemos a nuestros PADRES?

Respuesta. El más vivo amor, el mayor respeto y una disposición constante a obedecer sus mandatos.

* Pregunta. ¿En qué ocasiones debemos besarles la mano?

Respuesta. Al levantarme, después de haberme lavado, peinado y aseado iré a preguntarles como han pasado la noche, les besaré la mano con el mayor cariño y les pediré afablemente que tengan la bondad de mandarme lo que sea de su gusto.

* Pregunta. Y ¿en qué otras ocasiones besará Vd. la mano a sus padres?

Respuesta. Al acabar la comida, al ir a acostarte, al salir de casa y al llegar a ella y siempre que les encuentre en otra parte.

* Pregunta. ¿Hemos de tener otras deferencias con nuestros padres?

Respuesta. Nunca debemos apartarnos de su lado sin su permiso, cuando les encontremos en alguna parte tenemos obligación de informarnos de su salud y de preguntarles si tienen a bien mandarnos algo.

* Pregunta. Según esto los hijos deben mucha veneración y respeto a sus padres, ¿no es así?

Respuesta. Nuestros padres son la imagen viva de Dios sobre la tierra; ellos nos han dado la existencia, las primeras ideas; ellos nos alimentan, nos instruyen, nos conducen por el sendero de la virtud; respiran solo por nuestro bien, y se desviven para labrar nuestro futuro bienestar; por esto les debemos todas las consideraciones, todo el amor y respeto, toda la veneración de que seamos capaces.

* Pregunta. Y a los ABUELOS ¿qué atenciones les deben los nietos?

Respuesta. Ejerciendo los abuelos un sacerdocio sublime en el seno de las familias, debemos amarles con el mayor respeto y veneración, obedecer sumisamente sus mandatos, complacerles en sus más leves insinuaciones, disimularles los ratos de mal humor que padezcan, y darles, en fin, las más relevantes pruebas de que hallamos la mayor dicha en considerarnos con la obligación de ser el más robusto apoyo de su vejez.

* Pregunta. Y los HERMANOS ¿se deben mutuamente alguna atención o miramiento?

Respuesta. Deben amarse con el mayor cariño, tratarse con toda afabilidad y dulzura, asistirse recíprocamente en casos de enfermedad, corregirse con suavidad cuando se incurra en error y respetar y obedecer los menores a los que fueren de mayor edad.

* Pregunta. Con respecto a los TÍOS y demás PARIENTES que pueda haber en su familia, ¿qué observará Vd.?

Respuesta. Mirárelos como otras tantas personas interesadas en mi bienestar, y en su consecuencia seguiré respetuosamente sus consejos, les trataré con toda la deferencia posible, y me esmeraré cuanto me sea dable en complacerles en todos sus deseos.

* Pregunta. Y si se hallase hospedado en su casa algún AMIGO, ¿qué consideraciones deberá Vd. tenerle?

Respuesta. Procuraré dejarle con entera libertad en su cuarto, me abstendré de hacer el menor ruido que pueda incomodarle, le trataré con el respeto que le es debido y en todos mis actos pospondré mi comodidad a la del huésped de mi familia.

* Pregunta. ¿Qué observará Vd. con respecto a los CRIADOS?

Respuesta. Les consideraré acreedores a mi gratitud por los desvelos que por mi se toman, nunca les tutearé y jamás perderé de vista que cualquiera, por elevada que sea su cuna, se halla expuesto a que tenga que servir un día a los demás.

* Pregunta. Mientras permanezca Vd. en casa ¿qué tendrá presente?

Respuesta. En las horas de estudio procuraré aprender bien las lecciones, y en los momentos de descanso pasaré el tiempo divirtiéndome, pero sin hacer ruido que pueda incomodar a los individuos de la familia, o a las personas de la vecindad.