Las complicaciones del protocolo.
Más allá de los acuerdos firmados por el G-20, la reunión de mandatarios en Londres para resolver la crisis ha dado lugar a innumerables quebrantos del protocolo en Buckingham Palace y alrededores.
La reunión del G-20 y la cumbre de la OTAN en Estrasburgo dan lugar a momentos comprometidos entre los mandatarios.
Más allá de los acuerdos firmados por el G-20, la reunión de mandatarios en Londres para resolver la crisis ha dado lugar a innumerables quebrantos del protocolo en Buckingham Palace y alrededores.
La primera en saltarse el rígido uso de la Casa Real británica fue la primera dama estadounidense, Michelle Obama. El miércoles, en la que fue su primera audiencia oficial en palacio, la esposa de Barack Obama se mostró algo más cariñosa con la Reina Isabel II de lo que establece el protocolo y la abrazó afectuosamente. Lejos de mantenerse distante Isabel II le pasó también el brazo por los hombros.
Pero, en esa misma audiencia, no fueron solo los estadounidenses los que metieron la pata: el esposo de Isabel II, Felipe de Edimburgo, se atrevió a preguntarle a Obama que cómo era capaz de distinguir a tanto mandatario, palabras que no han sentado nada bien en determinados círculos de la prensa británica, como es el caso del The Independent, que califica de "vergonzosa" la actitud del consorte de la Reina.
Las paredes de Buckingham Palace también han sido testigo de otro incidente que, por la reacción inicial de Isabel II, no le sentó nada bien: al concluir la fotografía de familia, Berlusconi, en un tono de voz más elevado de lo normal empezó a llamar al presidente estadounidense: "Mister Obama", se puede escuchar un este vídeo colgado en Youtube , con imágenes distribuidas por la propia organización del G-20. La Reina le recriminó a Berlusconi con un seco "¿qué es esto?". Hoy, Buckingham Palace ha emitido un comunicado en el que asegura que la Reina no se sintió en ningún momento ofendida por el comportamiento de Silvio Berlusconi.
El encuentro entre los mandatarios de EE UU y Francia también ha llamado la atención a la prensa británica. A su llegada a Estrasburgo los Obama fueron recibidos por los Sarkozy: mientras Michelle y Nicolas se intercambiaron los tradicionales dos besos a la francesa, Barack y Carla simplemente estrecharon las manos. "¿Se ha vuelto Carla Bruni vergonzosa?" se pregunta con sorna el tabloide Daily Mail.