La mujer en la sociedad de Bahréin - Bahrain.
La mujer apenas se ha incorporado al mercado laboral, y cuando lo hace, salvo las mujeres extranjeras, lo hace en empleos de baja cualificación.
La sociedad de Bahréin. Comportamiento de las mujeres.
La mujer, como en muchos otros países y culturas de religión conservadora, desempeña un papel muy secundario en la sociedad, por no decir que prácticamente nulo. Aunque las cosas están cambiando, lo hacen de forma muy lenta.
La mujer apenas se ha incorporado al mercado laboral, y cuando lo hace, salvo las mujeres extranjeras, lo hace en empleos de baja cualificación, principalmente tareas domésticas y trabajos que no son de cara al público. Los empleos de cara al público o similar no son empleos adecuados para las mujeres, para ellos.
La mujer principalmente se dedica a la familia y al cuidado de los hijos. La mayor parte de las mujeres Bahreinís son amas de casa. Son educadas por sus propias familias con esta finalidad: ser madres y amas de casa.
"Las mujeres, en su mayoría, han sido educadas para dedicarse a la familia y al cuidado de los hijos y la casa"
A medida que las mujeres van recibiendo más educación cuentan con una mayor capacidad de emancipación e independencia, lo que hace que, poco a poco, la mujer empiece a trabajar fuera de casa, aunque sea en empleos poco cualificados. Las mujeres extranjeras no tienen apenas problemas para trabajar ni ocupar cargos de importancia.
En el ámbito social, una mujer no puede estar a solas con un hombre que no sea de la familia. Tampoco deberían quitarse el pañuelo de la cabeza delante de un hombre que no sea pariente o amigo íntimo de la familia. La mujer también cuenta con muchas limitaciones en cuanto a la práctica del deporte en zonas donde haya hombres. Nadar, correr, andar en bicicleta, etc. no está permitido, o al menos, no está bien visto cuando se hace delante de hombres.
La mujer suele caminar unos pasos por detrás del hombre, cuando pasean por la calle. En las mezquitas, no pueden estar con los hombres, sino que cuentan con espacios separados para orar. Las mujeres no pueden entrar con escotes, hombros descubiertos, espaldas al aire o la cabeza descubierta. Deben cubrirse la cabeza con un pañuelo o una prenda similar.
El vestuario debe ser recatado, incluso para las extranjeras. Es mejor no llevar grandes escotes, faldas o pantalones muy cortos, espaldas al aire, etc. Los hombres pueden considerarlo demasiado irrespetuoso y poco pudoroso. La mayoría de los hombres tienen un concepto de la moralidad demasiado rígido.