Etiqueta para emprendedores

La etiqueta empresarial es muy importante para tener éxito en cualquier tipo de negocio o de empresa. Es un factor que cobra mayor relevancia cada día

 

Reunion. Reunión de emprendedores. HGruber

Los buenos modales ayudan a emprender con éxito

Cuando una persona o grupos de personas aspiran a comenzar con un negocio, o quieren crear una empresa es muy habitual que piensen en muchos aspectos, principalmente, en los aspectos económicos. Cunado los productos o servicios que se van a ofrecer ya se tienen bien definidos, casi todo el mundo se centra en conseguir clientes, Conseguir clientes para que las cosas vayan bien y tengan una alta probabilidad de éxito si se cumplen las expectativas que se habían planificado.

No obstante, debemos recordar que el éxito profesional, no solo se compone de una parte comercial y económica sino que también tiene una parte importante, en su carrera hacia el éxito, los buenos modales, la forma de vestir, y en general la actitud y la buena educación.

La etiqueta empresarial es muy importante y afecta de manera decisiva al rendimiento general de la empresa y a los resultados obtenidos. Puede que no sea un componente que se pueda evaluar de forma clara económicamente, pero es revelador saber que muchas empresas pierden clientes por sus "malos modales".

Esto no quiere decir que estemos despreciando, ni mucho menos. la parte comercial, el marketing, los "números", etcétera, ni de ninguna otra área. Todas son importantes, sin las cuales el éxito de una empresa tampoco sería viable. Solamente estamos indicando que 'los buenos modales' son un complemento mucho más importante de lo que muchos nuevos empresarios creen.

Comunicarse y relacionarse con los demás

Es importante saber comunicarse con los demás tanto de forma personal, como por medio del teléfono, del fax, de una carta, de un correo electrónico o el medio que sea. Conocer unas mínimas reglas de cortesía, cómo presentarse, cómo saludar, cómo redactar una carta, cómo preguntar por otra persona cuando se llama por teléfono, etcétera. Son reglas de etiqueta y de netiqueta que todo emprendedor debería conocer o al menos tratar de conocer. Nadie nos pide que seamos unos expertos, incluso puede que tengamos ayudantes para que nos hagan parte de todos estos trabajo, pero siempre es bueno conocer estas reglas.

Aprender a conversar es muy importante. Puede que estemos ansiosos por dar a conocer nuestra nueva empresa, lo que ofrecemos, lo que vendemos, para lo que sirve... pero a la gente le gusta también que le escuchen. Si hablamos sobre nuestra empresa hay que ser breves y concisos, no debemos ser demasiado "insistentes" hablando sobre la empresa. Es bueno saber escuchar las necesidades, sugerencias, opiniones, etcétera de los demás. No solo por educación, sino porque también pueden aportar nuevos conocimientos e ideas que pueden sernos de utilidad para incorporarlas a nuestra empresa.

El vestuario es muy importante

Vestirse de forma adecuada al momento, al lugar, a la hora, a la época del año... es vital para alcanzar un alto grado de confianza y seguridad. Dar una imagen elegante y una predisposición hacia los demás es importante para agradar. Vestirse adecuadamente requiere su tiempo. No es lo mismo ponerse ropa encima que vestirse. La primera impresión es muy importante.

Presentar en sociedad un negocio es una tarea no solo de los departamentos de publicidad y de marketing, sino que juegan un papel muy importante la etiqueta y las relaciones públicas. En una presentación, en cualquier acto o evento, debemos tener en cuenta que representamos a la empresa, que somos la imagen de la empresa. Hay que tener mucho cuidado con lo que se hace y con lo que se dice. El comportamiento en general de una persona, junto con su estilo e imagen, son la tarjeta de presentación de la empresa a la que representa. No ensuciemos o manchemos esa 'tarjeta de presentación' vistiendo de forma inadecuada o teniendo un comportamiento poco educado.

"Hagamos patria", pero sin abusar. No seamos de esas personas que aprovechan una fiesta para hablar solamente de su empresa, para ir repartiendo a todo el mundo tarjetas de visita, como si fuese un mero folleto publicitario. Tampoco seamos de esas personas, que ponen en un compromiso a los amigos y a los conocidos. No podemos, ni debemos, dejar en evidencia a los anfitriones ni ponernos en evidencia a nosotros mismos. Hay que saber comportarse de forma correcta como invitado o como anfitrión. Todo tiene un límite, y la prudencia debe saber dónde poner estos límites.