Un tropezón. Un empujón... ¿Cuándo pedir disculpas?

Tropezar en el metro o en cualquier otro transporte público con otra persona es algo relativamente frecuente, sobre todo en las horas punta

 

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Permisos y disculpas en el transporte público. Tropezones, empujones, encontronazos, codazos, etc. ¿Cuándo pedir disculpas?

Los transportes públicos suelen tener mucho movimiento de personas durante el día. Sobre todo a las horas punta. Por esta razón, no es nada extraño tener algún tipo de tropezón, golpe o encontronazo con otras personas. ¿Qué debemos hacer?

Si somos nosotros los que tropezamos, empujamos o golpeamos con una maleta, paquete o bolsa, debemos pedir disculpas. Simplemente con decir 'perdón, lo siento' o una frase similar será suficiente.

Cuando el empujón o tropiezo tiene alguna consecuencia mayor, por ejemplo, la otra persona cae al suelo, debemos ayudarla a levantarse y preguntar si se encuentra bien. Si necesita un cuidado profesional podemos requerir la atención de los servicios sanitarios y esperar con esta persona hasta que lleguen.

Cuando es otra persona la que nos empuja o tropieza con nosotros debería actuar de la misma forma que hemos indicado anteriormente.

Está claro que nadie está libre de tropezar con otra persona, con el codo, con el paraguas, con una bolsa, etcétera o bien podemos darle a otra persona un empujón involuntario como consecuencia de un acelerón, un frenazo o por cualquier otra circunstancia fortuita. La buena educación requiere que nos disculpemos. Ofrecer una disculpa es lo mínimo que podemos hacer.

Lo que no se debe hacer nunca, ni nosotros ni a nosotros, es mirar para otro lado como si la cosa fuera con otro. Por muy involuntario que haya sido el tropiezo, no debemos 'hacernos los suecos'. Hay que pedir perdón siempre.

Por último, si la cosa se tuerce, y esa persona se pone un poco violenta o grosera, hay que sacar la parte más prudente, diplomática y sensata de nosotros mismos, para tratar de no generar un incidente mayor por un simple tropiezo. Si no lo podemos arreglar de forma amistosa, no quedará más remedio que avisar a los servicios de seguridad de la empresa o del lugar donde nos encontremos.