Vestir bien, la mejor carta de presentación
El vestuario de una persona es muy importante a la hora de presentarse ante los demás tanto en el ámbito social como en el laboral
Causar una buena primera impresión. El vestuario y la importancia de la imagen
El aspecto exterior de una persona es muy importante porque la primera impresión es muy difícil de cambiar "a posteriori". Una persona con un aspecto poco atractivo o con una apariencia muy desaliñada, aunque interiormente sea una persona estupenda, aunque sea una persona muy preparada profesionalmente, causará en su interlocutor una mala impresión que puede condicionar decisiones posteriores -sobre todo en el ámbito laboral-.
Hay que aprender a distinguir entre los conceptos de moda y de estilo. La moda es pasajera, el estilo no; el estilo perdura en el tiempo, es personal e intransferible. La moda puede ser una buena compañera del estilo, pero no debe ser la que marque la pauta. Las personas debemos vestir como personas no como maniquíes de una pasarela.
Aprender a vestirse de forma correcta, no solo para eventos que requieren una determinada etiqueta sino para vestir a diario es un arte que se puede aprender con el tiempo. La elegancia no es cuestión de dinero, aunque tampoco hay que negar que ayuda bastante contar con un buen presupuesto a la hora de adquirir vestuario.
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Vestir bien: una habilidad que se puede aprender
El arte de vestir bien consiste en destacar nuestras virtudes y disimular nuestras imperfecciones, lo que llamamos coloquialmente "defectillos".
Desde pequeños, nuestros padres, aunque casi siempre son nuestras madres las "consejeras", nos dicen "no lleves ese jersey con esa camisa o con ese pantalón, no lleves esa falda con esa blusa, o no te pongas esos zapatos de vestir para el colegio..." es una labor que día a día deja en nuestro interior un conocimiento básico sobre la combinación de colores , prendas y complementos.
A medida que vamos creciendo, adquirimos más conocimientos por distintos medios como la lectura, el consejo profesional y otras fuentes, mejoramos y acrecentamos estos conocimientos hasta conseguir un estilo propio y personal que nos diferencia de los demás.
El aspecto general es algo más que una cuestión del vestuario
Un aspecto exterior atractivo debe ir siempre acompañado de una buena higiene, un cuidado y limpieza general de nuestro cuerpo adecuada. Un cabello arreglado, unas manos bien cuidadas, una cara limpia y radiante, unas uñas bien arregladas, unos dientes blancos y cuidados... un conjunto de cualidades que ofrezcan una imagen atractiva a los demás. Un vestuario elegante más un cuidado aseo ofrecerán una buena imagen de nosotros.
Si a este conjunto lo acompañamos de un gesto cordial, una sonrisa, un comportamiento amable y buenos modales, habremos dado con la persona perfecta: elegante, limpia, correcta y educada. No se puede pedir más.
El vestuario correcto se suele determinar en función del lugar al que se vaya a acudir, de la hora del acto, del tipo de evento y de algunos otros factores como son: la época del año, el motivo del acto, la edad y, por qué no decirlo, alguna influencia de la moda que se lleve en ese momento. No hay que ser esclavos de la moda, pero tampoco se debe ignorar en su totalidad. Siempre se puede aprovechar alguna prenda que sea tendencia que nos pueda favorecer.
Los hombres, a diferencia de las mujeres, cuentan con un "repertorio" de prendas menos extenso que el de las mujeres a la hora de elegir una indumentaria, pero esto a su vez es una ventaja porque complica menos al hombre a la hora de elegir su vestuario.
Un hombre con un traje oscuro puede cubrir prácticamente cualquier acontecimiento social que se le pueda presentar -salvo si se requiere etiqueta que habrá que vestir de chaqué , smoking (esmoquin) o frac -. Una mujer, seguramente, no podría hacer lo mismo con un solo vestido, aunque un buen vestido de cóctel , puede ser el todo terreno perfecto para acudir a casi cualquier evento. Con un vestido tipo cóctel y un traje de noche , ya tendremos suficiente para cubrir prácticamente todo tipo de compromisos sociales.
Un buen vestuario puede verse realzado, en gran medida, si sabemos elegir los complementos adecuados para combinar con nuestras prendas. Unos buenos complementos pueden ayudar a realzar nuestra imagen, y a darle mayor presencia, belleza y elegancia.
Saber elegir unos buenos complementos es tan importante como saber elegir las mejores prendas para nuestro vestuario. Siempre es mejor utilizar pocos pero de calidad, que muchos pero de mala calidad. La cantidad no es lo que prima en la elegancia sino la calidad, y la armonía de todo el conjunto.
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