El protocolo militar adaptado a las exigencias de la sociedad. III

Los cordones de honor se dan en determinadas circunstancias o ante hechos de relieve que, sin requerir unos honores militares como tal...

 

Protocolo militar. El protocolo militar adaptado a las exigencias de la sociedad. Entrega de Reales Despachos de Empleo en la Academia General Militar foto base Casa de S.M. el Rey

Honras fúnebres, visitas de Estado y apertura de la legislatura. Protocolo militar y oficial

El protocolo militar adaptado a las exigencias de la sociedad

No quiero relatar unas honras fúnebres completas, pero sí mencionar, por su importancia social, las que se tributarían al Rey o la Reina de España:

Dice el reglamento que la naturaleza y extensión del luto oficial como consecuencia del fallecimiento de Su Majestad El Rey o de Su Majestad La Reina se regulará, en cada caso, por las normas que dicte el Gobierno.

Al fallecer Su Majestad El Rey o Su Majestad La Reina, se observarán las disposiciones siguientes:

1. Al conocerse la noticia oficial, las autoridades militares jurisdiccionales dispondrán que a las Banderas y Estandartes de las unidades se les ponga una corbata negra y que sea izada a media asta la Bandera Nacional en los buques, bases, acuartelamientos y demás establecimientos de las fuerzas armadas.

2. Se ordenará que por una batería de cada plaza en que exista artillería y por uno de los buques de la Armada fondeados en cada puerto nacional se efectúe una salva de cinco cañonazos.

3. Mientras el cadáver esté de cuerpo presente, las baterías en tierra y a flote, citadas en el punto anterior, harán cada día una salva de cinco cañonazos a las ocho horas y otra al ocaso.

El día del entierro, por una de las baterías de la plaza donde haya de verificarse éste y por un buque si se trata de plaza marítima, se hará una salva de veintiún cañonazos en el momento de la salida del cortejo.

El Ministerio de Defensa coordinará la participación de las fuerzas que cubran la carrera. Designará, además, la fuerza de escolta, que estará constituida por un Batallón o Unidad equivalente de cada uno de los tres Ejércitos.

Las fuerzas pertenecientes a la Guardia Real, con Bandera, Escuadra de Gastadores, Banda y Música, constituirán la Guardia de Honor y serán las encargadas de rendir honores militares a los restos mortales. De estas fuerzas se designará un piquete de ocho Guardias Reales, que se colocarán a ambos lados del féretro.

Los restos mortales serán conducidos en un armón de artillería, acompañados por los dos generales en activo de mayor antigüedad de cada Ejército.

La fuerza de escolta formará a la cabeza del cortejo; la Guardia de Honor lo hará a retaguardia.

En el momento de la inhumación se hará otra salva de veintiún cañonazos y la Guardia de Honor efectuará una descarga de fusilería.

Visitas de Estado

Además, siguiendo de algún modo con los "honores" u "honras", y en relación con las autoridades extranjeras, también estamos encargados de otro cometido de carácter civil. Dentro de las visitas de Estado que los dignatarios extranjeros realizan a España, hay un componente de participación de las Fuerzas Armadas.

Una visita de este tipo tiene tres días de duración; dentro de esos tres días, se programan una serie de actividades entre las que se encuentran las siguientes:

El primer día, además de la recepción en el Pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas a cargo de una serie de autoridades que no vienen al caso, la recepción oficial en el Palacio Real de El Pardo, residencia de dignatarios extranjeros en estas ocasiones, y primer acto de carácter militar dentro de este protocolo civil: honores militares y revista a la formación, con posterior desfile, a cargo de una unidad militar de la Guardia Real.

El segundo día de la visita oficial, tiene lugar la segunda actividad social con plena participación de las Fuerzas Armadas: el acto de Homenaje a los que dieron su vida por España en la plaza de la Lealtad de Madrid.

En este acto, una unidad de honores perteneciente a uno de los tres Ejércitos, por turno, rinde honores a nuestros muertos. Y cuando digo "nuestros" no me refiero a mi condición de militar, sino a la de ciudadano; en ese monumento se originó como homenaje a la Lealtad: a aquellos ciudadanos españoles que se levantaron en armas contra la invasión francesa; ahora, en él hay una llama perpetua como homenaje a las personas, de todos los tiempos y de todas las condiciones sociales, que supieron dar su vida por los ideales más sagrados de una nación.

Por último, también las FAS, a través de la Guardia Real una vez más, participan en el solemne acto de despedida del ilustre visitante.

Apertura de legislatura

También participamos en otro acto de proclamación de la soberanía nacional tan importante para los ciudadanos, como es la apertura de la legislatura.

Tras las elecciones generales, cada cuatro años como máximo, se realiza un acto solemne llamado, como he dicho, de "apertura de la legislatura" en el que se reúnen las principales autoridades de la Nación: el Gobierno saliente, los diputados y senadores recién elegidos, las principales autoridades militares, etc. en un solemne acto de inauguración de un nuevo ciclo legislativo muy similar a la apertura de un curso académico.

Este acto se inicia con una recepción con honores a la llegada de Sus Majestades los Reyes y otros miembros de la Familia Real, que previamente han sido escoltados en su carrera; es decir, se les ha cubierto carrera, a modo de honores, por una unidad de las Fuerzas Armadas.

Posteriormente, se realiza un acto solemne en el interior del hemiciclo (así se conoce en la jerga parlamentaria y periodística al lugar en donde se reúnen las Cortes Generales para ejercer la soberanía popular) para, una vez finalizado, volver al exterior para presenciar un desfile militar, que simboliza, en su conjunto, la plena integración de las Fuerzas Armadas en la sociedad a la que sirven.

Cobertura de carrera y cordón de honor

Otra actividad que la sociedad encarga a las Fuerzas Armadas, y que acabo de mencionar, pero merece la pena destacar, es la cobertura de carrera en diversos acontecimientos de gran solemnidad, casi nunca relacionados específicamente con la institución militar, sino con autoridades o acontecimientos sociales de relevancia: la cobertura de carrera y, en menor medida, los cordones de honor. Un ejemplo de ello es el anteriormente citado en la llegada de los Reyes al Congreso de los Diputados en la ceremonia de apertura de legislatura, que comentaremos más adelante, o las diversas bodas reales y, más concretamente, la de Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias, el pasado año.

Los cordones de honor se dan en determinadas circunstancias o ante hechos de relieve que, sin requerir unos honores militares como tal, si requieren la distinción de una autoridad, personalidad o hecho importante.

Conferencias y cumbres

Por último, para no ser excesivamente exhaustivo, también organizamos o formamos parte de la organización de cumbres, encuentros y reuniones del más alto nivel. No sólo las protagonizadas por el propio ministerio, que son continuas y, por tanto, un hecho habitual en nuestra vida cotidiana.

Ejemplos de ello son las conferencias de carácter cultural o de hermandad, dirigidas también a la sociedad. Entre las más recientes podemos destacar la III Semana Iberoamericana sobre Paz, Seguridad y Defensa, que acaba de celebrarse en Madrid, o el Seminario sobre Seguridad en el Mediterráneo, que inauguraremos el próximo lunes en Barcelona, por no mencionar reuniones ministeriales o interministeriales del más variado nivel y temática.

Y, como no, la XV Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Salamanca y de la cual, quien les habla, forma parte de la Comisión Ejecutiva que preside el Secretario General de la Presidencia del Gobierno, y que cuenta con una oficina de apoyo de gestión protocolaria integral de la que forman parte, entre otros, varios militares. En esa cumbre, como digo, las Fuerzas Armadas no sólo participarán como elementos esenciales para la rendición de honores, sino que, como digo, oficiales de esta institución están integrados plenamente en el planeamiento y desarrollo de los acontecimientos que en ella se desempeñen. Ello sin mencionar los cuatro militares que, en la actualidad forman parte del equipo de protocolo de la Presidencia del Gobierno, y de los muchos otros que integran ese mismo equipo en la Jefatura del Estado.

El Cano, embajador flotante

Y, realmente, no puedo dejar de mencionar un elemento que representa a España y su sociedad, civil y militar, por todas las aguas del mundo y por todos los puertos.

El Buque escuela Juan Sebastián de El Cano, flotado n Cádiz en 1927, ha recorrido los mares en muy diversas singladuras ejerciendo de Embajador de España en cientos de puertos por todo el mundo, con una dotación de guardiamarinas, alumnos de la Escuela Naval Militar.

Sin ir mas lejos, el pasado mes de mayo, con ocasión de su entrada en el puerto de la Ciudad de Nueva York, el Ministro de defensa dio una recepción a bordo a la que se invitó a diversas autoridades norteamericanas, pero sobre todo a la sociedad española presente en esa ciudad y en sus proximidades, llevando un pedazo de nuestra querida Patria a esas lejanas tierras. La emoción con que se celebró esa recepción fue tal que supuso una enorme inyección de moral a esa sociedad, esa parte de España en el exterior que tanto echa de menos su tierra.

Baste decir como dato que el "El Cano" ha hecho 76 cruceros de instrucción y ha completado 10 vueltas al Mundo, y el ceremonial protocolario que realiza, de acuerdo con la tradición marinera universal y con el ceremonial marítimo, es de una belleza insuperable que atrae a muy diversas personas de todo tipo y condición.

Conclusiones

Ya, para finalizar, quisiera concluir con esta breve pincelada que las Fuerzas Armadas españolas han sabido y, lo que es más importante, han querido adaptar sus usos y costumbres, su ceremonial y su protocolo a la sociedad española.

Era, desde luego, una propia exigencia: o formar parte plena de la sociedad, o separarse y formar un gueto. Las exigencias de un mundo moderno, de una sociedad democrática y civilizada, no permiten disensiones ni elementos que causen temor o sean elementos desconocidos; hemos nacido de la sociedad y a ella pertenecemos. Por tanto, estamos a su pleno servicio; tanto en los aspectos militares como en otros que, en apariencia menos importantes, tienen una decidida repercusión en la vida social, como es el protocolo, el ceremonial y la gestión integral de eventos.