Cambio de mando: La tradición que se adapta a los tiempos. Protocolo de la cermonia de cambio.

Ya sea por la importancia del evento o por la calidad de los invitados, la discreción parece valorarse enormemente.

El Mercurio

 

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La banda presidencial, la piocha de O’Higgins, jefes de Estado, altas autoridades internacionales, eclesiásticas y militares, parlamentarios, ministros, ex ministros, Presidente saliente y Mandatario entrante, ¿Qué tienen todos estos elementos en común? Todos ellos estarán presentes en la ceremonia de cambio de mando, donde este sábado 11 de marzo Michelle Bachelet asumirá como la máxima autoridad política del país.

A pesar de la existencia de todas estas constantes, no es fácil saber exactamente que ocurrirá en el emblemático acto, ya que la seguridad es un aspecto riguroso en los traspasos de mando. Ya sea por la importancia del evento o por la calidad de los invitados, la discreción parece valorarse enormemente. Tanto así que a días del evento, Cancillería no estaba disponible para entregar información acerca de la ceremonia, y el Senado no tenía autorización para entregar más antecedentes que los ya aparecidos en la prensa.

Sin embargo, existen indicios claros de lo que debería ocurrir, ya que tras 37 mandatarios en su historia republicana, Chile es un país que conoce y que ha aprendido de la experiencia. En 1915, por ejemplo, la banda presidencial del Presidente saliente Ramón Barros Luco era demasiado pequeña para el Mandatario electo Juan Luis Sanfuentes, que medía casi dos metros. La solución: dos bandas presidenciales y el quiebre de una tradición.

No obstante lo anterior, existen normas y costumbres, un protocolo que se afirma en la Constitución y que de una forma u otra permite tener una noción general de lo que pasará y lo que no ocurrirá el próximo 11 de marzo.

Una fría ceremonia.

El cambio de mando "es una ceremonia breve, pero de mucho simbolismo" afirma Pablo Eyzaguirre, Premio Nacional y Doctor Honoris Causa en Relaciones Públicas. Aunque existieron actos realmente cortos, como cuando Patricio Aylwin recibió la banda presidencial, jornada que no superó la media hora, el evento de este sábado durará aproximadamente 45 minutos.

Eyzaguirre, quien es además docente de la Universidad Católica, explica que la ceremonia, que se llevará a cabo en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso, se inicia con la intervención del presidente del Senado, ya que él es el "dueño de casa", por lo tanto, quien preside el acto y cede la palabra al Mandatario saliente "para asumir el proceso de cambio".

Sin embargo, el titular de la Cámara Alta, que oficia como una especie de maestro de ceremonia, ocupa un papel más simbólico que verbal, según comenta Eyzaguirre, ya que su rol primordial es "representar al pueblo". Es por esto que es él quien entrega la banda presidencial al Mandatario entrante, luego de que el jefe de Estado saliente la deposita en sus manos.

A propósito de éste último, el relacionador público cuenta que el rol de Ricardo Lagos en la ceremonia será la entrega de la banda, "él entra como Presidente, pero al entregar la banda deja de ser Presidente" y agrega que el Jefe de Estado saliente tiene un rol "muy menor" en el acto, que se resume en la entrega de la piocha de O’ Higgins al nuevo dignatario, un elemento constitutivo de poder.

"Una vez que se gestó el cambio de banda y la colocación de la piocha, Lagos pasa a ser don Ricardo Lagos Escobar, ex Presidente. Ahí quien pasa a tener el rol preponderante es ella (Bachelet), la nueva Mandataria, ella pasa a ser la estrella y por eso, posteriormente, ella le va tomar juramento a los ministros", explica Eyzaguirre, manifestando además que desde este punto de vista la ceremonia es "fría".

La única intervención externa durante el acto es la interpretación del Himno Nacional, a cargo del coro de la Universidad de Playa Ancha, acompañado por la Orquesta de Cámara.

Respecto a la presencia de los mandatarios en el Salón, el docente comenta que el procedimiento es el siguiente: Lagos entra primero a la sala, y posteriormente ingresa Bachelet, "no entran juntos, porque primero entra el dueño de casa y después entra su invitada de honor".

Cuenta que la Mandataria hace su entrada "triunfal" después, durante la ceremonia, porque "no se le puede restar presencia al Presidente actual".

Tras la transmisión del mando supremo, donde la Presidenta electa prestará ante el titular del Senado promesa (no juramento, porque es agnóstica) de desempeñar fielmente su cargo, asumirá de inmediato sus funciones. En tanto, el Mandatario saliente se retirará de la sala sin la banda, según explica Eyzaguirre, "porque ya terminó su gestión como Presidente, no puede quedarse ahí porque pasaría a opacar a Bachelet".

Comenta que, por su parte, el público debe pararse cuando los Mandatarios entran y salen, "por respeto", y tienen la facultad de aplaudir luego de traspasado el mando, "porque es una fiesta", donde a su vez los presidentes se estrechan la mano, y si lo desean pueden darse un abrazo fraternal.

Ubicaciones e ingresos.

Debido a que la ceremonia se realiza en el Parlamento, el "dueño de casa" debería ser el presidente del Senado, según comenta Eyzaguirre. Sin embargo, dada la presencia del Presidente saliente, éste pasa a ocupar ese rol.

Lo anterior es decisivo al momento de ubicar a las autoridades en la testera o mesa de honor. El Reglamento de Ceremonial Público y Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores establece que se sentarán de la siguiente forma: en la cabecera principal, el Presidente saliente; a su derecha el Mandatario entrante, y a la derecha de este último, el titular del Senado. A continuación estará ubicado el secretario de la Cámara Alta.

A la izquierda de Lagos, en este caso, se ubicará el titular de la Cámara de Diputados y a su izquierda el secretario de la misma. A su vez, detrás del Mandatario saliente estarán sus cuatro edecanes, una de las únicas oportunidades en que están todos, representando a cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden.

La normativa establece además que al costado derecho de la mesa de honor se instalarán el presidente de la Corte Suprema, los ministros de Estado entrantes y salientes, y otras altas autoridades; mientras que a la izquierda de la testera se ubicarán los miembros del Congreso Nacional.

Eyzaguirre recuerda además que en la ceremonia estarán presentes el Cuerpo Diplomático en pleno, las autoridades eclesiásticas, militares y los familiares de los mandatarios entrantes y salientes.

Otro de los requisitos que exige este tipo el acto es la presencia de la bandera presidencial (la bandera chilena con el escudo nacional). "A todo acto en que va el Presidente de la República se debe tener al lado derecho de la testera o del podio", comenta el docente de la UC.

Respecto del ingreso de las autoridades principales a la sala, existe un procedimiento muy particular, según cuenta el relacionador público: "Siempre en un acto oficial los últimos que ingresan son los que están en la testera, y los primeros que se van son ellos. Es muy mal visto que no haya un salón anexo y que una autoridad esté esperando la llegada de otra (...) no puedes hacer esperar al Presidente".

Vestimenta y seguridad.

En 1990, cuando terminó el gobierno militar y asumió Patricio Aylwin, el criterio que tenía la administración de Pinochet era que el vestuario para la ceremonia debía ser de etiqueta, es decir los invitados del Mandatario saliente usaban esmoquin, pero los del entrante vestían terno. Esta discrepancia de protocolo permitió que fuese muy fácil diferenciar el "bando" de cada uno, según cuenta Eyzaguirre.

Comenta que actualmente el frac se terminó, "hoy la tenida a usarse es el terno, una tenida de calle de mediodía, formal", y agrega que en el caso de los hombres el vestuario debe ser en tonos oscuros, pero las mujeres deben utilizar tonos claros, "pasteles suaves".

Otro de los requisitos presentes en cada cambio de mando es la seguridad, que de acuerdo a informaciones del Senado está a cargo de la Guardia de Carabineros del Congreso Nacional. En el caso del Salón de Honor, este aspecto será dirigido por el presidente de la Cámara Alta en conjunto con Carabineros.

Además habrá cerca mil efectivos policiales dispuestos para mantener el orden durante el evento, y se establecerá un perímetro de seguridad en el centro de Valparaíso, entre avenida Francia, calle Yungay, calle Independencia y avenida Argentina, donde quienes no porten invitación o credencial no podrán asistir al histórico evento donde la primera mujer Presidenta de Chile asumirá el poder.

Experiencias anteriores.

La ceremonia de cambio de mando de 2000 entre el Presidente entrante Ricardo Lagos y el saliente, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, también se realizó en el Salón de Honor del Congreso Nacional un 11 de marzo.

Lagos fue recibido esa mañana por el coordinador diplomático del Congreso, quien lo acompañó hasta una de las salas protocolares, donde lo esperaba el presidente y el secretario del Senado.

Por su parte Frei llegó al Congreso luego de recibir los honores militares en el frontis del Parlamento, donde lo esperaban comisiones integradas por diputados y senadores, que lo acompañaron a una sala protocolar. Ahí fue recibido por los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, quienes luego lo condujeron a la testera.

El entonces titular de la Cámara Alta, Andrés Zaldívar, abrió la sesión y pidió al secretario que diera lectura al oficio del Tribunal Calificador de Elecciones, mediante el cual proclamó al Presidente electo.

Luego, Lagos se incorporó a la sesión ubicándose frente a la mesa de honor, tras lo cual Zaldívar procedió a tomarle juramento. Posteriormente, Frei se quitó las insignias del mando y la banda presidencial, y cambio de asiento con el Presidente electo.

El titular del Senado puso entonces la banda presidencial sobre el pecho de Lagos y la piocha del mando, tras lo cual se entonó el Himno Nacional. De esta forma concluyó la transmisión del mando, debiendo el ya ex Presidente Frei abandonar el salón. Inmediatamente, Zaldívar anunció que Lagos procedería a designar a su ministerio, y tras la lectura y firma de un decreto supremo, se dio por terminada la ceremonia.