Cómo dar un buen discurso. Tipos de discursos. Consejos para dar un buen discurso

Un discurso es algo más que pronunciar unas palabras en un acto social o familiar. Un discurso es una exposición sobre una asunto o materia que trata de convencer o llamar la atención de su público

 

Discurso. Tom Visack se dirige al público en un centro médico de Atlanta, CA. U.S. Department of Agriculture

Ofrecer un buen discurso: ameno y entretenido. Tipos de discursos

Sugerencias para que un discurso nos salga perfecto. Cómo tiene que ser un buen discurso

Hacer una exposición oral sobre un asunto determinado requiere conocimiento. Hacerlo ante un público o delante de muchas personas requiere cierta habilidad y una buena preparación.

Es importante tener clara la diferencia de lo que es dar un discurso, de "pronunciar" unas palabras. Indicamos esto por la diferencia, a nuestro entender, entre realizar una exposición mínimamente extensa o decir "cuatro" palabritas, aunque bien dichas. Esto suele ocurrir en una boda, en un brindis, o en un acontecimiento similar. Este no es el tema que nos ocupa en esta ocasión.

Tipos de discursos

Podemos diferenciar dos tipos principales de discursos:

1. Los pronunciados en comidas y banquetes de cualquier tipo.

2. Los pronunciados en otros actos o eventos de la más diversa índole.

Cuando tiene lugar una visita de un Jefe de Estado o cualquier otra alta personalidad (puede ser de ámbito de la política, del mundo del deporte, del ámbito del espectáculo, etcétera), se suele ofrecer un almuerzo o una cena en su honor. Lo más habitual es que se haga un pequeño discurso al término de la misma (generalmente al término de los postres). El desarrollo de este discurso es muy sencillo:

- se saluda y se da la bienvenida al invitado de honor (por parte del anfitrión)

- y luego el invitado de honor dice unas palabras sobre el motivo de su visita y responde con los agradecimientos pertinentes a los anfitriones por su invitación. También, muestra su agradecimiento a las personas que asisten al evento.

Es bastante común que en este tipo de actos se proceda a realizar un brindis por el invitado de honor y por la buena marcha de su país, institución o empresa o por los motivos que sean -por ejemplo, por una causa benéfica-.

Es una práctica usual conocer de antemano el texto de las intervenciones, tanto del anfitrión como del invitado, para evitar incoherencias.

Cómo tiene que ser un discurso

Como reglas generales, un buen discurso debe tener tres características principales:

  1. - el discurso ha de ser breve,
  2. - debe ser claro
  3. - y fácilmente comprensible por la audiencia.

Dar un discurso. Sugerencias para que un discurso nos salga perfecto. Hombre habla por el micrófono foto base klimkin - Pixabay

Si el invitado extranjero va a decir algo más que "unas palabras" habrá que contar con un sistema de traducción simultánea o bien haber impreso el texto en el idioma del resto de los invitados. También es posible elegir un idioma común que todos entiendan (generalmente, el inglés).

Discursos para un homenaje

Otro acto similar es el homenaje a una determinada persona o empresa (por haber recibido un premio o distinción, o por otros motivos, como puede ser una jubilación). El desarrollo suele seguir estos pasos:

  1. El organizador, brevemente, explica el motivo del homenaje y presenta a quienes van a hablar sobre el homenajeado.
  2. Hablan los oradores presentados (amigos, jefes o familiares).
  3. El homenajeado da las gracias a todos por el acto.

Los discursos 'imprevistos'. ¿Qué decir?

Hasta ahora hemos visto los discursos "previstos", pero que ocurre cuando se nos pide que hablemos sin estar previsto. Algunos consejos:

1. No lo debemos intentar hacer en un idioma que no dominemos.

2. No tratemos de mencionar a todo el mundo, siempre podríamos olvidarnos de alguien y podrían molestarse. Mejor nos limitamos al invitado de honor o al anfitrión.

3. Sabemos comenzar (empecemos con un saludo a los presentes), pero hay que saber terminar. Cuidado con extendernos demasiado o, aún peor, cuidado con irnos por las ramas. Seamos todo breves que sea posible.

4. Por si acaso, si acudimos a un acto o evento en el que puede surgir este imprevisto, no está de más llevarnos unas palabritas apuntadas.

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Antes hemos comentado el brindis (muy habitual en almuerzos y cenas). Propiamente dicho, el discurso del brindis, solo es un agradecimiento, por lo tanto, no debemos extendernos mucho. A la hora de brindar no se chocan las copas, como solemos pensar; solamente se levantan las copas (a la altura de los ojos), se mira a todos los presentes y se bebe (o se hace el ademán de beber, si es abstemio). Aunque esto es la 'teoría' en la práctica se sigue haciendo en muchas ocasiones el gesto de chocar las copas, incluso formales.

No se debe hacer chin - chin con las copas, chocar las copas entre sí, aunque de hecho se suele hacer con mucha frecuencia. Tampoco es apropiado decir cosas tales como suerte, cheers o similar. No se debe brindar con agua; mejor con vino o cava -aunque solamente se haga el gesto de mojarse los labios-. Como hemos indicado, si no nos gusta o no bebemos, se hará un ademán nada más.

Actos y eventos en los que ofrecer un discurso: únicos o múltiples

Existen otros actos, que no son almuerzos o cenas, en los que se dan discursos, que pueden ser únicos o múltiples.

- El único, es cuando el anfitrión habla y el invitado de honor responde.

- Los múltiples son cuando hablan varias personas, como por ejemplo en un acto académico, una inauguración, etcétera.

¿Quién habla primero? ¿Quién habla en último lugar?

El orden entonces para hablar es claro: de menor importancia a mayor importancia. Habla primero la persona de menor importancia, para terminar hablando la de mayor importancia. Cada orador presenta y cede el turno a la persona que seguidamente a él va a intervenir.

Cosas que no se deben hacer en un discurso

1. Para atraer la atención, si es una comida, no debemos hacer ruido con la cucharilla en una copa. Simplemente, podemos carraspear ligeramente al micrófono o podemos darle unos golpecitos como si probáramos si funciona.

2. Evitemos, a no ser que seamos unos excelentes oradores, el discurso hablado, y optemos por el discurso leído. Es más seguro y no nos traicionará la memoria.

3. Si somos de los últimos en hablar, trataremos de ser más breves y amenos que el resto. La audiencia está más cansada y distraída que al principio, y muchas de las cosas ya están dichas.

Resumiendo, debemos tener en cuenta estas tres cosas comunes para todos los discursos: seamos breves, claros y amenos.