Enviar una postal. Costumbre viajera

Cuando se decida por escribir una postal, recuerde que no es una carta; debe escribir tan solo unas cuantas palabras, a modo de resumen

 

Escribir. Escribir una postal. bandita

Escribir una tarjeta postal durante las vacaciones

La costumbre de enviar una típica postal de alguno de los lugares que visitamos

En la época de vacaciones, o cuando se realiza un viaje, bien sea a otra ciudad de su país o incluso al extranjero, muchas personas tienen la costumbre de enviar una tarjeta postal o tarjeta similar a sus amigos familiares.  Es una forma de 'informarles' -o de presumir- dónde están y darles algunos detalles de su viaje o del lugar donde se encuentran. No obstante, las nuevas tecnologías están acabando con estas costumbres tan del pasado, ya que es mucho más cómodo, en muchos casos, enviar un e-mail, un "tweet", un whatsapp, dejando un mensaje en "facebook". También se suelen utilizar alguno de estos modernos sistemas tecnológicos para comunicarse con los demás -redes sociales, software de chat, etcétera-.

Si es un nostálgico y se decide por escribir una postal -se suele elegir una postal con una imagen típica del lugar, algún monumento muy conocido, etcétera-, recuerde que no es una carta; debe escribir tan solo unas cuantas palabras, a modo de resumen, de lo que posteriormente contará a sus amigos y familiares. Además, aunque quiera explayarse no cuenta con mucho espacio para ello. Brevedad y claridad, simplemente.

Un detalle a tener en cuenta a la hora de escribir, es si la postal irá con o sin sobre. Si la postal la sella y la echa directamente al buzón de correos, evite escribir cosas personales o íntimas, datos como teléfonos, direcciones o nombres completos de otras personas, números de cuentas bancarias o de otro tipo, etcétera.

Si la postal va dentro de un sobre, puede poner algún que otro detalle más personal, pero siempre recordando que debe ser lo más breve posible. No es agradable leer una postal donde se aprovechan todos los espacios en blanco para escribir -seguro que alguna vez ha visto o recibido una postal de este tipo, con los márgenes escritos o justo al lado del sello-.

La letra. Legibilidad del texto

Cuidado cuando escribe deprisa, en movimiento (en un autobús, tren, etcétera), o bien se escribe en un sitio poco adecuado para ello, como sobre sus rodillas, su mochila, etcétera. Hay que cuidar un poco la calidad de la letra para que la persona que recibe la postal no tenga que interpretarla en vez de leerla. Hay ciertos tipos de letra que son bastante difíciles de leer -la conocida y famosa letra de médico, que solo entienden los farmacéuticos-.

Enviar la tarjeta postal: ¿cuándo?

Las postales hay que enviarlas a los pocos días de comenzar el viaje, para evitar la sorpresa de que usted llegue antes que su postal. Además, no quedaría bonito ni elegante, pues podría caber la sospecha de que la ha enviado el último día antes de su regreso o casi al finalizar sus vacaciones.

Si por cualquier razón no puede enviarla desde un determinado lugar, por estar indispuesto, por no encontrar una oficina o buzón de correos, etcétera, puede hacer el encargo al recepcionista de su hotel. Gustosamente le hará este envío por usted. En estos casos, cuando la postal no la deposita usted directamente al correo, es mejor que introduzca su tarjeta en un sobre, para darle algo más de discreción al envío. Si entrega la postal sin sobre, es de muy mal gusto quedarse a mirar para ver si el empleado lee la postal. Los buenos profesionales no lo harán.

Como anécdota podemos recordar, que en el pasado, cuando alguien enviaba a una carta utilizando como mediador a otra persona, ésta se entregaba abierta como muestra de confianza hacia la persona que iba a transportarla. De la misma manera, el portador de la carta la cerraba en presencia del remitente, como muestra de confianza hacia esta persona. Aunque parezca una tontería la carta podía contener información secreta o vital para una peligrosa misión, pues dependiendo del contenido de una carta, su portador podía tener serios problemas si caía en las manos de alguien distinto a la persona a la que iba destinada.