Buenos modales a la hora de comer

La mesa es uno de los lugares donde los niños deben prestar más atención a la hora de comportarse bien

Urbanidad para el uso de los alumnos. 1848.

 

La mesa y los buenos modales. Cómo tener un buen comportamiento en la mesa: buenos modales en la mesa foto base Peter Hershey - Unsplash

Cómo tener un buen comportamiento en la mesa: buenos modales en la mesa

Aquella urbanidad 

Ante todas cosas los alumnos han de recordar que es un acto grosero sentarse a la mesa con las manos sucias; deben pues lavarse, y hecho esto, sentarse, no en tropel y como si faltase tiempo para ello; es preciso observarse recíprocamente, esperar a los demás; que el ayo o superior lo indique, y no disputar jamás acerca del lugar, cediendo más bien el puesto preferente a los de mayor edad.

Sentados y arrimada la silla suficientemente, se desdoblará la servilleta, colocando una de sus puntas en el ojal de la casaca o levita, los de corta edad, para evitar el mancharse, cortando en seguida el pan en pedazos de tamaño regular para usarlo después.

Si un alumno está encargado de servir la mesa, debe hacerlo en primer lugar a la persona de más edad, si la hubiere, y siendo solo alumnos los presentes, irá sirviendo por la derecha, cuidando todos de ir siguiendo el plato por el mismo lado, anunciando su clase y preguntando a cada uno si gusta de él.

Jamás se servirá con la cuchara que se hubiere usado; se pone una limpia en el plato que se entrega para servirse, volviéndola cada uno a él después de haber tomado.

La glotonería es vicio muy reprensible y en el que no debe caerse; no se tomará cosa alguna con los dedos, ni se chuparán éstos; no se soplará con demasía a fin de enfriar los alimentos; no se llenará con exceso la cuchara, ni se roerán los huesos con afán; para descarnarlos se hará uso del cuchillo y del tenedor; tampoco ha de beberse a cada momento, siendo suficiente hacerlo entre plato y plato; y sobre todo ha de cuidarse mucho de no tocar el vaso sin limpiarse la boca antes y después de beber y de no salpicar al que se tiene inmediato, por torpeza en el manejo del cubierto; no mirando ni observando si los demás comen poco o mucho de una a otra cosa.

Tener las piernas en continuo movimiento, mientras se está en la mesa, es un defecto que debe reprimirse, porque es muy molesto, y cuando deba un niño comer con su familia, será criticado con razón, además de que, manchándose unos a otros, priva también de estar sentados con la firmeza y decoro necesarios.

Un niño debe ser sobrio y no pedir o servirse de una misma cosa repetidas veces; esto probaría glotonería además de ser perjudicial a la salud; útil es comer lo bastante, y prueba de mala crianza comer con exceso; en un mismo plato no se han de comer distintos manjares, ni se han de limpiar demasiado; cuando deba cambiarse de plato se dejará en él el cubierto usado, a menos que no fuese escaso el número; mas en ningún caso se usará la cuchara para dos o mas servicios.

El colmo de la grosería es tolerar en la mesa eructos o cosa semejante; cuando es imposible evitar los efectos naturales del estómago, conviene sepan los niños evitar la explosión, volviendo siempre el rostro a un lado, y tapándo la boca con la servilleta, o con el pañuelo fuera de la mesa.

En el manejo del trinchante, servicio de la mesa, honores de ella y demás minuciosidades, deben esmerarse los ayos para que los alumnos, adquiriendo desembarazo, se acostumbren a obrar con finura, al paso que, sin ridiculez; induciéndoles a conservar siempre el orden de preferencia que es debido, en el que constantemente es el último el que sirve a los demás, teniendo presente que si hubiere señoras en la mesa, las es debido servirlas primero.

"Solo hay dos formas de hacer las cosas: la correcta y la incorrecta". Charls Rou

Al concluir la comida ha de enjuagarse la boca, porque, además de decente, es sano y evita dolores de muelas; deben los alumnos observar las reglas establecidas en el colegio y fuera de él, conformarse a lo que vean, procurando no ser ni los últimos, ni los primeros en levantarse.