Etiqueta en Suiza. Generalidades sobre usos sociales y costumbres en Suiza

Los suizos suelen ser bastante reservados y con una gran conciencia cívica que se puede ver en cualquier espacio público

 

Etiqueta en Suiza. Etiqueta en Suiza. Generalidades foto base Simon - Pixabay

Reglas de etiqueta en Suiza: usos sociales y reglas de cortesía en Suiza

Generalidades y buenos modales en Suiza

Los suizos, aunque pueden parecer introvertidos, son bastante hospitalarios y cordiales. Les gusta recibir a los visitantes con los 'brazos abiertos' y ofrecerles su casa. Son unos estupendos anfitriones.

Suiza es uno de los países más limpios del mundo. Podemos ver sus calles, sus parques o sus jardines sin un solo papel, sin nada de basura en el suelo. Este buen comportamiento puede ser debido a dos factores principales:

  1. La educación cívica que reciben. Todo lo que aprenden lo ponen en práctica cada día. Hemos indicado lo de 'poner en práctica' porque hay personas, que aunque reciban una buena educación, no la suelen poner en práctica. Está bien tener 'intenciones', pero hay que convertirlas en 'acciones'.
  2. El putzage (limpieza).  Con esta palabra denominan a una de las grandes "aficiones" de los suizos. Que es tener todo bien limpio.

Los suizos son personas bastante cívicas

Como personas con una amplia formación cívica y de buena ciudadanía, aprecian los buenos modales y la buena educación -de hecho tienen afamados colegios donde las personas de mayor poder adquisitivo de todo el mundo envían a sus hijos a estudiar-.

Son muy celosos de su intimidad y de su vida privada. Los suizos son poco dados a expresar sentimientos fuera de su entorno más íntimo. Tampoco son tan expresivos ni utilizan un tono de voz tan elevado como se usa en la mayoría de los países latinos o mediterráneos.

Como hemos comentado, la excelente calidad de su educación les hace ser bastante cultos y la mayoría de su población hablan alguno de estos idiomas -e incluso todos-: inglés, francés y alemán.

Suiza, el país del dinero, los relojes y el chocolate

Aunque Suiza es muy conocida por sus cuentas numeradas -tan polémicas- y sus montañas nevadas, Suiza es mucho más que eso. Como hemos comentado en otras ocasiones, todos caemos en los tópicos 'típicos' de un país. En este caso, diremos que Suiza es algo más que dinero, relojes y chocolate.

Zúrich es la capital financiera y económica del país junto con Ginebra, pero 'esto no es Suiza'. Las ciudades tan internacionales y cosmopolitas -ocurre en casi todos los países del mundo- guardan un cierto parecido. Para conocer realmente 'la verdadera Suiza', tenemos que visitar alguno de sus veintiséis cantones, que la componen.

Espacios públicos y entornos naturales

Además del respeto que muestran por los espacios públicos en las ciudades, los suizos también guardan un gran respeto por la naturaleza y el medio ambiente. Es suficiente con visitar cualquier cantón para ver como queda palpable y bien reflejado en todo su entorno, lo cuidado y protegido que está.

Tienen un gusto especial por los jardines y todo lo relacionado con las flores. Los suizos, dicen ser muy diferentes entre ellos, por lo que no les gusta demasiado la generalización de "suizos". Ellos son "vaudois", "balois", "appenzellois" ... Aunque se podrían aplicar otros muchos matices, en los que no entraremos -como suizo-alemán, suizo- romand, etcétera-.

La mesa en Suiza y las reglas de etiqueta

En cuanto al tema de la mesa y más concretamente, en lo referente a los alimentos, no debe sorprendernos si nos sirven una sopa al mediodía o bien nos ponen un plato de fiambre a las cinco de la tarde. Son sus hábitos y sus costumbres.

Otra tradición o costumbre de los "vaudois" es poner un café con leche después de la cena.

Aunque en desuso, existía la costumbre germánica por la que los hombres se sentaban a comer primero, antes que las mujeres, y por esa razón las mujeres eran las que solían servir los alimentos en la mesa.

Suiza, aunque es un país muy montañoso, también es un país con muchos viñedos. Cuando vamos de visita a algunos pueblos no es de extrañar que nos inviten a visitar una bodega para probar sus vinos (cabotzet). No debemos rechazar esta invitación, ya que sería una descortesía por nuestra parte.

Nos ofrecerán un vino sacado directamente del tonel o barril, en jarras sin medida.

Por último, no debemos olvidarnos de probar la deliciosa "fondue" -queso derretido, aunque también puede ser de chocolate-, porque es un 'plato casi nacional' en Suiza. Y como decía Pierre Girard:

"No hay nada más sencillo que hacerse querer por los suizos. Tan solo es preciso quererlos a ellos también".