El Protocolo de Doña Letizia.

Hace unos cuantos meses, la asturiana iba a trabajar en su coche y al término de la jornada regresaba a su casa, al igual que miles de españolas.

 

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Letizia estudia un complejo protocolo para ser princesa.

Aprende un oficio que no tiene manual.

Por primera vez en 200 años, España tendrá una princesa de Asturias, título que asumirá Letizia Ortiz cuando el 22 de mayo se case con el heredero de la corona.

Hace unos cuantos meses, la asturiana iba a trabajar en su coche y al término de la jornada regresaba a su casa, al igual que miles de españolas. Pero todo esto cambió de repente cuando se comprometió con el príncipe Felipe.

La popular periodista tuvo que dejar su trabajo y aprender un oficio que no existe en manual alguno. El día de la boda se convertirá en princesa y, un día, será reina. Antes se nacía siendo princesa o reina. Letizia, sin embargo, tiene que "aprender" rápidamente, pues no nació en el seno de una familia aristócrata, sino en el hogar de una familia más bien de clase media y con ideas socialistas.

Su madre, Paloma Rocasolano, es enfermera, y hasta hace poco era delegada sindical. Y el padre de la futura princesa, Jesús Ortiz, es periodista.

Con lupa.

Aunque en la Casa Real española ya han pasado de moda los sirvientes, existe un complejo protocolo que tiene que ser aprendido y cada paso, cada gesto en público, se analiza con lupa.

Letizia tuvo su primer desliz en el anuncio oficial de su compromiso como prometida del príncipe, cuando delante de las cámaras le dijo "déjame hablar", después de haber sido interrumpida por él. Ella quería hacer una gracia, pero enseguida se pudieron escuchar voces que la criticaron.

Desde que se comprometió, la ex conductora de TV se alejó de la vida pública y vive en un pabellón de invitados del palacio de la Zarzuela, residencia de los reyes. Allí cumple con su "aprendizaje" de usos y costumbres. Pero la periodista tiene que quemarse las pestañas con muchas otras cosas, como por ejemplo, las historias de la dinastía de los Borbones y de las casas reales extranjeras, y las diferentes actividades a las que los miembros de la Casa Real dedican su tiempo libre. Además, la Iglesia Católica le exige que cumpla con los cursillos prematrimoniales.

Para casarse, Letizia tiene que firmar una declaración jurada en la que explicará la razón de su divorcio. En España existe la costumbre de responder este tipo de cuestiones aduciendo "crisis religiosa o de fe", según el diario "El Mundo".