Entrevista a Carlos Media. Ceremonias castrenses...

Ceremonias castrenses de los Ejércitos de España

Entrevista a Carlos Medina experto en las ceremonias castrenses de los Ejércitos de España

Carlos Medina, en tres cuidados volúmenes recoge las ceremonias castrenses de los Ejércitos de España. Una importante labor de investigación y recopilación de información que se plasmada en esta interesante obra y de imprescindible para cualquier profesional del protocolo.

Entrevista a Carlos Media, Teniente Coronel de Artillería, Diplomado de Estado Mayor

¿Cómo se le ocurrió mandar que forme en filas el ceremonial militar del protocolo?

Comencé a recopilar las normas existentes para consumo propio. Por vocación. Y porque una de mis grandes aficiones son el ceremonial militar, las tradiciones y los símbolos, importantísimos en una institución que, en España, cuenta con más de cinco siglos.

¿Pero hay lagunas?, mi Teniente Coronel.

Cuando digo que existen lagunas es porque el ceremonial es algo vivo y surgen necesidades que hay que ir cubriendo. Si estas necesidades se repiten hay que establecer una norma. Las improvisaciones, en protocolo, aunque sean repetitivas, no son buenas.

Su libro describe "las ceremonias militares y explica su por qué", porque nada se hace en la milicia "porque sí", ¿verdad?

Las ceremonias que se describen en el tomo 1, las banderas, insignias, uniformes, condecoraciones de los otros dos... nada es improvisado. Lo que pasa es que el tiempo pone un velo a los porqués.

¿Qué tipo de regulación normativa necesita España en los ámbitos militar y civil?

La que tiene es válida. Sólo que hay que actualizarla. En breve se aprobarán unas nuevas Reales Ordenanzas, norma básica de los ejércitos, como anunció la ministra en la Pascua Militar.

Hablando de la Pascua, dicen que Carme Chacón iba guapísima. Incluso Esperanza Aguirreno entiende por qué se le criticó, y los modistos aprobaron su vestuario.

Leí en ABC esa opinión de los grandes modistos españoles. Sigo el mundo de la moda. Me gusta, y valoro mucho el esfuerzo de los diseñadores españoles. Conozco sus diseños y sus opiniones suelen ser siempre muy acertadas.

Usted diseñó las ilustraciones de sus tres volúmenes por ordenador, aún acosta de dejarse las pestañas durante tres años.

Es cierto. Más de mil. Mi destino en Presidencia del Gobierno apenas me dejaba tiempo. El texto lo revisaba en los vuelos. Las ilustraciones era imposible realizarlas en un avión. ¡Imagínese al pobre pasajero de al lado sujetando la tableta gráfica! Así que.. en casa, desde que se acostaban los niños hasta que me vencía el sueño... Todos los días.

¿Le han colgado alguna medalla?

La mayor recompensa es oír a un compañero que te dice: "Tenemos tus libros para consultarlos en la unidad". Y saber que es cierto. Que les son útiles. De las otras, pues no. Nunca me lo planteé.

¿Recompensan las horas de sueño perdidas o el desasosiego cuando se publica un reglamento que te hace arrancar otra vez?

A las dos de la mañana, si tienes el ordenador bloqueado, lo que quieres es tirarle por la ventana y dedicarte a la "vida contemplativa". Y, efectivamente, cuando ya tenía todo terminado, ¡plaff!, sin que nadie te lo hubiese advertido, se aprueba el nuevo reglamento de recompensas: ¡a rehacer todo el tomo 3! Texto y figuras. Salvo las notas históricas.

¿Su obra hará comprender en el ámbito civil lo que es la institución castrense?

Es fundamental. Posiblemente, nunca en España la sociedad civil y la milicia han estado más cerca que ahora, pero hay que seguir trabajando para conocer mejor a las Fuerzas Armadas.

¿De qué aportación se enorgullece más?

De la recopilación de toda la normativa existente, y las notas históricas que explican sus orígenes y evolución Es una obra viva, aunque se cerró en 2004.

Si el protocolo no son reglas de urbanidad, ni relaciones públicas, marketing, organización logística, ¿qué es, pues?

Todo lo anterior y más. Que se resume en una sola frase: "Sentido común".

¿A quién ha dedicado su magna obra?

Con todo mi sentimiento, a mis compañeros de promoción de la Academia General, que por cumplir con su deber hoy no están entre nosotros. A ellos, por su ejemplo, y a todas las mujeres y hombres que con su trabajo y sacrificio han hecho, y hacen día adía, cualquiera que sea supuesto, que disfrutemos de una España en paz y libertad.