¿Toda invitación lleva aparejado el compromiso/obligación de hacer un regalo?
Las invitaciones y los regalos van muy de la mano. Aunque no siempre hay que hacer un regalo dependiendo del tipo de invitación que recibamos
Las invitaciones y el compromiso de hacer un regalo
Hay muchos tipos de invitaciones, según sea la ceremonia, la celebración o el evento. No, en todos lo casos, surge el 'compromiso' de tener que hacer un regalo. Veamos en qué ocasiones si es apropiado.
En las celebraciones familiares como bodas, bautizos, aniversarios de boda, etcétera, si es habitual hacer algún tipo de regalo.
Cuando se trata de celebraciones de amigos y conocidos, también suele ser habitual hacer un regalo. Porque, son muy similares a las celebraciones familiares: bodas, cumpleaños, homenajes, aniversarios, etcétera.
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Cuando nos invitan a una casa, también es aconsejable llevar un regalo para los anfitriones. Si tienen hijos, podemos llevar un detalle para ellos. Nos ganaremos a los muchachos y a sus padres. En estos casos, también se puede enviar un detalle previo o a posteriori, como unas flores.
Salvo cuando nos invitan a una comida -bien sea una cena o un almuerzo-, aunque no acudamos a esa 'invitación' es correcto y apropiado tener un detalle con el novios, el bautizado, la pareja cumple el aniversario, etcétera. No se suele gastar uno lo mismo que si acude a esa boda, bautizo, etcétera, al que ha sido invitados, pero tiene un detalle de cortesía por la invitación.
Con posterioridad a una de estas celebraciones, podemos recibir una nota de agradecimiento o una llamada por el detalle que les hemos enviado.
Regla de oro: en ninguno de los casos se deben hacer regalos muy personales o fuera de lugar.
Invitaciones formales y regalos institucionales
Cuando hablamos de eventos de mayor solemnidad o formalidad (no siendo celebraciones concretas como bodas de Estado, etcétera), como una entrega de premios, una recepción en palacio, un almuerzo o cena oficial, etcétera, no se acude con regalos ni se envían. En estos casos, se pueden hacer un intercambio de regalos institucionales los anfitriones y el visitante de honor, como mucho.
Nosotros, como invitados, si queremos quedar bien, podemos enviar una nota o carta de agradecimiento al día siguiente -o en los días siguientes-, pero nada más. No hay que demorar más de uno o dos días este nota de agradecimiento después de haber acudido a esa invitación.
Por último, decir que para todo hay excepciones. Sobre todo debido a los usos y costumbres de cada lugar. Por lo que no debemos extrañarnos si tenemos que hacer o recibir un regalo en ocasiones que para nosotros es lo habitual.