Etiqueta en Francia. Generalidades sobre usos sociales y costumbres en Francia

La conocida "etiqueta francesa", ha hecho imperar los buenos modales en la sociedad desde hace muchos años

 

Etiqueta en Francia. Etiqueta en Francia. Generalidades. Paris foto base Free-Photos - Pixabay

Reglas de etiqueta en Francia: usos sociales y reglas de cortesía en Francia

Generalidades y buenos modales en Francia

Francia es conocida en el mundo entero por tres cuestiones, principalmente:

  • Su famosa cocina francesa: exquisita, vanguardista y selecta
  • - La elegancia de su moda, que marca tendencia en todo el planeta
  • - La fama de que los franceses son personas que tienen unos "modales muy refinados". Reglas de cortesía que llevan 'imponiendo' desde hace siglos.

Ciertamente, este último punto puede considerarse más un tópico o una leyenda, que una realidad. En la actualidad, los franceses no son ni más ni menos amables que los ciudadanos de muchos otros países. Incluso, hay autores que hacen diferencias entre los parisinos y el resto de los franceses. Afirman, que los parisinos son menos sociables en incluso más antipáticos, a diferencia de los franceses de otros núcleos urbanos y rurales, más sociables y amables.

La "amabilidad" de los franceses se refleja en gestos como los largos apretones de manos y los besos en las mejillas. Son, sin ser latinos, de los más "cariñosos" a diferencia de ingleses y alemanes, mucho más fríos y distantes.

La conocida como "etiqueta francesa", han hecho imperar los buenos modales en la sociedad europea, sobre todo, durante muchos años. Por ello, fueron pujantes durante tres siglos sus costumbres y su correcto "ceremonial". Aunque la sociedad ha evolucionado mucho, los franceses siguen siendo bastante educados y saben agradecer cualquier gesto de cortesía.

Los tratamientos de cortesía en Francia

Las señoras, aunque sea la señora del supermercado, agradecen que se la trate de "Madame". Normalmente, se trata a todo el mundo como Madame -Señora-, Monsieur -Señor- o Mademoiselle -Señorita-, seguido del correspondiente nombre. Aunque se les sigue acusando de "chauvinistas", -viene del recluta Chauvin, a quien en una comedia se le hacía actuar como un pedante y exagerado en sus creencias-, no lo son más que en otros países donde se habla de patriotismo.

Los saludos y las presentaciones en Francia

Aunque lo correcto es dar la mano en una primera cita o presentación, no debe extrañarnos mucho si nos dan uno o más besos en la mejilla. Es una costumbre muy francesa, sobre todo en el entorno rural.

Curiosamente, los niños cuando van al colegio son tratados de usted por los profesores. Tratamiento que debe ser recíproco por parte de los alumnos.

No debemos dirigirnos a una persona que no nos ha sido presentada. Las presentaciones son como en el resto de países (ver nuestro capítulo de las presentaciones). A una presentación responderemos 'Je suis très o très honoré'. Si nos presentan a una dama diremos, Mes hommages, Madame -o Mademoiselle-.

Reglas de etiqueta en Francia para la vida cotidiana

Cuidado con perder los modales al conducir. Los franceses suelen ser bastante educados y respetuosos cuando conducen -por esa razón, no debemos usar el claxon de forma habitual, ni las ráfagas de luces, entre otras acciones-. Ante cualquier otro imprevisto o situación que se nos presente, no debemos olvidar que una sonrisa nos puede sacar de muchos apuros. Ya conoce el dicho: "El silencio y la sonrisa son dos armas poderosas. La sonrisa resuelve problemas, el silencio los evita".

A la hora de conversar, los franceses suelen ser bastante ingeniosos y ese ingenio les hace tener conversaciones agudas. También son bastante tolerantes y amantes de los placeres de la buena mesa -para eso tienen una de las más afamadas cocinas del mundo-.

Aunque las "buenas maneras" en la mesa son reglas bastante universales, no nos debe extrañar demasiado si vemos a algunos franceses "anudarse" la servilleta al cuello, agarrar un hueso con la mano o mojar el pan en la salsa -disfrutan mucho comiendo-. Antaño, la manera de indicar que estaban satisfechos era frotarse el pecho con la mano.

Otra curiosidad es que no debe extrañarnos que nos traigan la cuenta sin haberla pedido. Es una costumbre poner la cuenta nada más que han terminado de comer.

Si vemos que en la mesa la cuchara está con la concavidad hacia abajo no es un error. Es una costumbre francesa, la misma por la que el tenedor también lo colocan con las puntas hacia abajo.