Despedir con educación, sin perder las formas

Debemos exponer de forma clara y educada las razones por las que es despedida una persona sin entrar en descalificaciones

 

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Cómo despedir sin perder los buenos modales

Poner fin a una relación laboral sin perder los buenos modales

Pensamos, y esperamos, que a ningún jefe o encargado le hace "gracia" o le divierte tener que despedir a un empleado. Es una tarea difícil e incómoda para cualquier jefe prescindir de alguna persona de su empresa. Pero, incluso en estas situaciones, debemos desplegar nuestros mejores modales para hacerlo de la mejor forma posible. Estas situaciones tan incómodas nos pueden llevar a perder los nervios; debemos ser respetuosos en todo momento.

Justificar la decisión

Debemos exponer de forma clara y educada cuáles son las razones por las que una persona es despedida. Debemos evitar frases tópicas y que no vienen al caso como: "es usted una parte fundamental de la empresa", "le queremos como a uno de casa", etcétera. Si vale tanto o es tan querido ¿por qué se le despide?, pensará esta persona -además de tópicos, son comportamientos contradictorios al decir una cosa y hacer otra-. Cuando las razones son económicas, casi todas las demás justificaciones sobran. Por muy bueno que sea un empleado, si la empresa va muy mal... poco más se puede hacer, en la mayor parte de los casos.

Todas las "negociaciones" del despido se deben llevar a cabo de forma personal y privada, nunca delante de otros compañeros de oficina. Si tenemos que despedir, hagámoslo de forma elegante, sin entrar en descalificaciones, insultos o de cualquier otra forma poco educada. Si hay que decir cosas "duras" se dicen, pero no necesitan enfatizarse con groserías, ofensas o dando gritos. Hay que evitar cualquier tipo de "escena" dantesca tanto por un lado como por otro. Dejaría en muy mal lugar a ambos.

Mudanza oficina. Cambio de trabajo NHS Confederation

¿Cuál es el mejor momento para despedir a un empleado?

Sinceramente, ninguno. Pero, según los expertos, la mejor hora para despedir a un empleado es al final de la jornada laboral, y si es viernes o sábado (dependiendo de su trabajo) mejor, porque en este período no laboral da tiempo a que se reflexione sobre la situación.

Debemos aprender a escuchar todos los razonamientos que el empleado quiera darnos, incluso las implicaciones familiares, que son uno de los argumentos más utilizados -evitando llegar a situaciones dramáticas como sollozos, amenazas, etcétera-. Casi todos los argumentos son válidos, aunque seguramente la decisión será inamovible. Pero nunca se sabe cuándo se puede cambiar -si es posible-, por eso es bueno escuchar.

Salvo en casos extraordinarios es aconsejable dar un tiempo de cortesía para que el empleado retire todas sus cosas de su puesto de trabajo, y si quiere despedirse de sus compañeros.

No tratemos de escatimar lo que le corresponde por ley a un empleado. No es nada elegante "arañar" un poco de dinero y quedar mal. Sobre todo cuando la empresa no está en una situación precaria y puede pagarlo.

Hay que ser "elegante" hasta para despedir y tratar de quedar lo mejor posible, dentro de lo que cabe, porque la vida da muchas vueltas y nunca sabe uno dónde nos vamos a encontrar en el futuro.