Buenos modales en el refranero. Comprenderlo todo...

No juzguemos actitudes y comportamientos que no compartimos

 

Libro. Libro abierto condesign

Educación y sabiduría popular

Comprenderlo todo es perdonarlo todo

No juzguemos actitudes y comportamientos que no compartimos. Es síntoma de buena educación comprender comportamientos ajenos, sin recriminarlos. Siempre es mejor excusarlos que ridiculizarlos. Ahí se ve la grandeza de una persona.

Oír, ver y callar, recias cosas son de obrar

Se podría equiparar a "La prudencia es la madre de la ciencia". En muchas ocasiones la mejor forma de actuar educadamente es escuchar y guardar silencio. O como vulgarmente se dice no "metiendo baza".

Ir contracorriente no es de hombre prudente

No podemos obviar las normas y costumbres, y actuar de forma contraria a las mismas. Las normas están para cumplirlas.

Quien de dos relojes se sirve, nunca sabe en que hora vive

Una cosa es la educación y otra el propio criterio. No se puede "jugar" a dos bandas y querer estar de acuerdo con todos los pareceres. No hay que ser una persona "veleta" sin criterio propio.

Lo poco agrada y lo mucho enfada

Nunca exagere sus modales ni su cortesía. Puede caer en la exageración y resultar demasiado "empalagoso" o artificial.

En el medio está la virtud

A tenor del refrán anterior, indica que la moderación es la mejor forma de educación. Actuar de forma moderada en cualquier ocasión, sin llegar a "atosigar" con nuestros excesos de buenas maneras. De los modales exagerados a la pedantería hay solo un paso.

Las apariencias engañan

No se puede juzgar por el aspecto externo, aunque sea nuestra primera referencia de una persona. Como se decía en la edad Medieval, un caballero debe serlo no parecerlo. Las personas educadas se ven por sus obras y no por su apariencia. Aunque no por ello debemos descuidar nuestra apariencia y nuestra forma de vestir.

Al hombre mayor, darle honor

Indica el respeto que debemos guardar por cualquier persona de avanzada edad. Todas ellas merecen todo nuestro honor y respeto. Además, como podemos ver en muchos capítulos de nuestra web, tiene una gran importancia la edad como trato preferencial en diversas situaciones.

Vale más caer en gracia, que ser gracioso

El buen carácter, la educación y la simpatía son mejor tolerados que la falsa cortesía o el forzado ingenio de algunas personas. Hay que saber ser natural y educado.

De su talento, ninguno hay descontento

Las personas cultas y educadas, suelen ser bien aceptadas por todo el mundo. Su prudencia y su buen hacer son las mejores cartas de presentación para una persona con talento.

Más vale ciencia que renta

Es mejor comportarse bien y tener buena cultura y buenas maneras, que tener solamente dinero. El dinero no da ni un buen nivel cultural ni garantiza que una persona tenga buenos modales. Aunque es evidente, que un buen nivel económico facilita el acceso a una educación que muy poca gente se puede permitir.

Rectificar es de sabios

Nada hay tan galante y educado, como reconocer un error o una "metedura de pata". Tratar de justificar un error, en la mayoría de los casos, solo empeora la situación.