Experto destaca entre los principales defectos del protocolo español la falta de homogeneidad de las autonomías.

El presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, Carlos Fuente, destacó hoy entre los principales defectos del protocolo español la falta de correspondencia entre las normas protocolarias de las diferentes autonomías.

 

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El presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, Carlos Fuente, destacó hoy entre los principales defectos del protocolo español la falta de correspondencia entre las normas protocolarias de las diferentes autonomías y definió como un "desaguisado bastante importante" el hecho de que cada comunidad tenga un protocolo que en ocasiones se contradice con el de las otras, "algo que habría que corregir", aseguró.

En declaraciones a Europa Press, Fuente se refirió a otras asignaturas pendientes del mapa protocolario como ciertas normativas oficiales "que hay que poner al día", como ocurre con el derecho premial o el mundo de las condecoraciones que el Estado otorga, ya que es una materia en la que "habría que hay que avanzar y tomar ejemplo de países como Francia".

Asimismo, añadió que en el mundo empresarial se debería incidir en la aplicación de un protocolo basado en "la naturalidad, en la sobriedad, en la buena organización y que cuide a las personas y se humanice un poco más".

Fuente, que participa esta semana en el taller de "Protocolo, relaciones institucionales, sociales y comunicación aplicada a estas materias" que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en su sede de La Rábida (Huelva), indicó que el protocolo "está de moda porque, aunque es una disciplina que ha existido siempre, las empresas se han dado cuenta de que sacan más rendimiento al contar con personas especializadas en esta materia".

Así, indicó que en España en los últimos años se ha disparado la oferta de empleo en materia de protocolo, aunque "sólo llegan a colocarse --aclaró-- los que realmente son buenos y demuestran que son capaces de resolver bien las cosas".

Por último, subrayó que algo importante del protocolo actual es "intentar que los defectos se noten lo menos posible, porque realmente ningún acto es perfecto y siempre hay alguna esquina por donde se te pueden escapar cosas, pero lo lógico -continuó-- es que un profesional al terminar un acto haga una reflexión y repase todo para aprender de los errores y que los actos, más que ser brillantes, cumplan sus objetivos, y si eso no se logra, la empresa no estará rentabilizando sus inversiones".