Buenas maneras en el siglo XXI.

El periodista Héctor Velis-Meza, co-autor del libro "Buenas maneras en el siglo 21" denuncia que Chile se ha convertido en un país de gente descortés e irrepestuosa. Acá da consejos para revertir la situación.

Terra Noticias

 

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Tips para mejorar las buenas maneras.

Si las buenas maneras están hechas de sacrificios insignificantes, el periodista Héctor Velis-Meza no puede entender porqué lo chilenos nos hemos convertido en un pueblo de gente descortés, mal hablada, desvergonzada, descuidada, irrespetuosa y maleducada. Estas características negativas lo llevaron nuevamente a participar en la actualización de un manual de urbanidad que tiene como título Buenas maneras en el siglo 21; los otros autores son Hernán Morales Silva y David Enríquez.

"La cortesía continúa siendo una de las principales muestras de cultura -afirma el periodista-, no cuesta nada, facilita enormemente la convivencia, enriquece las relaciones sociales y hace más grata la vida en común. Mark Twain sostenía que él podía vivir dos meses de un cumplido de cortesía y un proverbio chino dice que quien pisa con suavidad, siempre va más lejos. En nuestro país, la amabilidad ha desaparecido y la gente en vez de pisar con suavidad, lo hace con fuerza. Nunca me olvido de un profesional con postgrado que le fascinaba amenazar al personal a su cargo diciendo ".

Velis-Meza enumera cuáles son algunos de los sacrificios insignificantes que mejorarían la coexistencia: "Saludar y despedirse en el trabajo; sujetar las puertas de vaivén cuando se cruzan para no lanzársela a quien viene detrás; dar las gracias; pedir las cosas por favor; no tirar basura en la vía pública; limpiar las fecas de las mascotas que se sacan a pasear; sacarse sombreros y gorros en los espacios cerrados; mantener apagado en clases el teléfono celular; dar el asiento a quien parece necesitarlo más que uno; no reclinar el asiento en buses y aviones y dejar sin movimiento al pasajero que está detrás; no abusar del volumen de los equipos de música; no llamar groseramente la atención en público a un subordinado; no humillar con prepotencia a los garzones y vendedores; mostrar el carnet de identidad cuando se paga con cheque o tarjeta de crédito; nunca dar crédito a los rumores y chismes y no culpar precipitadamente a los otros por los desaciertos personales".

"Las normas de comportamiento tienen que ir adaptándose de manera permanente a las exigencias siempre cambiantes de la vida moderna"

La cortesía nunca pasa de moda.

En décadas pasadas, los manuales de urbanidad tenían una vigencia prolongada pero, en la actualidad, como consecuencia de una evolución muy acelerada de la sociedad, las normas de comportamiento tienen que ir adaptándose de manera permanente a las exigencias siempre cambiantes de la vida moderna.

"Pese a la dinámica de la sociedad actual -plantea Velis-Meza- la cortesía, la urbanidad y la caballerosidad nunca van a pasar de moda. Quizás puedan experimentar transformaciones -agrega- pero en su esencia siguen manteniendo intacto el espíritu que las origina, que es el de conducirse con naturalidad y consideración hacia el resto de las personas, sin incomodar, sin abrumar y sin importunar. Las normas sociales no son asunto del pasado -sentencia convencido de lo que afirma- y no existen razones válidas para no cumplirlas o desconocerlas".

A diferencia de los manuales tradicionales de urbanidad, Buenas maneras en el siglo 21 también aborda temas que no son tratados habitualmente en este tipo de libros. Algunos capítulos, por ejemplo, están dedicados a la convivencia universitaria y las relaciones alumno-profesor; a la atención de público en el comercio establecido y en restaurantes; a la tenencia responsable de mascotas; a la tolerancia y diversidad; al comportamiento ecológico y a la cortesía en el transporte público.

"La puesta en marcha del Transantiago -comenta el periodista- nos obligó a una proximidad con desconocidos a la que no estábamos acostumbrados. Por lo tanto hubo que pensar en recomendaciones para que esta experiencia diaria no se convierta en una pesadilla: no empujar con desconsideración, mantener las distancias en la medida de lo posible, respetar los asientos para personas con dificultades de movilidad, no llevar las mochilas en la espalda, dejar que la gente primero descienda y luego se suba, no sentarse en el piso, no andar con el tiempo demasiado justo, mantener la limpieza, etc.".