Necesidades de definir unos protocolos de comunicación propios

La netiquette surge en parte como necesidad de suplir algunas claves comunicativas que desaparecen como consecuencia del uso de artilugios tecnológicos

Revista TONOS

 

Comunicación e Internet. Claves comunicativas a tener en cuenta en Internet protocolo.org - foto base FP Pro

La comunicación y la identificación del comunicador y del mensaje

Si consideramos, pues, que la netiquette surge en parte como necesidad de suplir algunas claves comunicativas que desaparecen como consecuencia del uso de artilugios tecnológicos, compensando la comunicación a distancia, se han de considerar ya dentro de este capítulo de reglas de netiquette ciertos hábitos que de forma espóntanea se producen con el comienzo del uso del teléfono, o quizá antes, con el uso del tam-tam, cuando desaparece la imagen del interlocutor. De esta forma se impone un elemental protocolo en la comunicación al comienzo de una llamada con los diálogos del tipo:

- ¿Dígame?

- Hola, buenos días, soy Fulano de Tal [Saludo/Indicación de buena disposición y presentación].

Recientemente, con el uso del teléfono móvil, el protocolo ha cambiado. A lo anterior se añade la solicitud de información acerca de si la situación del que recibe la llamada es adecuada para entablar la comunicación (la conversación) o incluso el carácter de ésta:

- ¿Si?

- Hola, soy Fulano de Tal. ¿puedes hablar?

A lo que normalmente sigue un indicativo sobre el carácter de la situación, o del receptor de la llamada, que permite hacerse una idea de lo que sucede y que va desde un contundente "Ahora te llamo", "estoy reunido" o "estoy en clase", que significa normalmente una luz roja: No puedo hablar. Aunque en algunos casos esta señal se matiza con una expresión que hace relativa la imposibilidad de hablar: (No puedo hablar pero como eres tú...): "estoy reunido, pero dime", hasta un "Dime, dime..." que significa luz absolutamente verde, pasando por un "estoy con Mengano haciendo tal cosa" que significa: Te puedo hablar pero con las limitaciones que puedes suponer...

Cada una de estas señales nos indica un hito, una marca, o una limitación en la conversación, cuya trasgresión puede suponer un conflicto, una tensión, o al menos suponen una cierta falta de cortesía.

De igual forma en Internet, y según qué servicio utilicemos, necesitaremos indicar casi siempre ---de ahí el carácter protocolario y la diferencia con el primer apartado--- algunos datos: Quienes somos, el asunto que queremos tratar, alguna referencia a otros mensajes, o a comunicaciones previos, que motivan el mensaje presente...

Algunas de estas informaciones ya están incluidas en la estructura de la información ---constituyen una metainformación (o metadata) --- y son, por ejemplo, las cabeceras de los mensajes, el asunto (subject), la procedencia,... O la metainformación (en este caso se conoce propiamente con este nombre) que se incluye en las páginas web.

En otras ocasiones, o con otros servicios, estos datos no están incluida en las estructura de la información. Entonces es conveniente colocar de forma adecuada referencias y coodenadas a lo que estamos diciendo: el asunto del mensaje (subject o topic) o de la comunicación, el título, de manera que sintetice adecuadamente el contenido, y deberemos también mantenerlo en las réplicas y contrarréplicas... Hay que incluir datos identificativos del comunicante: la firma, situación o intereses personales o profesionales, objetivos, etc.

En consecuencia, sea de forma necesaria impuesta por la estructura de la comunicación o sea porque lo hacemos de forma voluntaria y como reconocimiento a la necesidad de incluir una información adicional para que la comunicación sea fluida y discurra bien, lo cierto es que la falta de netiquette consiste en este caso en el mal uso de la metainformación, en eliminar deliberadamente o en modificar estos datos complementarios. Con ello se puede dar lugar a interpretaciones equívocas, al no contextualizar lo que estamos diciendo.

A medida que disminuyan los recursos de la red para identificar el interlocutor (el emisor, el receptor,...) y sus circunstancias, se debe aumentar la metainformación. Y en este terreno entramos rápidamente y sin frontera o solución de continuidad en el terreno de la accesibilidad. De tal manera que la frontera entre ambos ámbitos se desvanece. De esta forma lo que puede ser en ciertas circunstancias una falta de accesibilidad como es no colocar textos alternativos a los gráficos o esquemas , en otras como es una caída en la calidad de la red se convierte en una falta de consideración. Pensemos por ejemplo en amplios sectores de la población de algunos países y zonas (de Iberoamérica por ejemplo y en particular de Cuba, Bolivia, Ecuador, Paraguay, El Salvador,...) donde han recibido y reciben las páginas web a través de correo, y en muchos casos en modo texto exclusivamente.

En definitiva este nuevo medio de comunicación exige sustituir con informaciones adicionales, reguladas mediante protocolos adaptados a cada modalidad y a cada situación de comunicación, las carencias comunicacionales que se producen por la ausencia de otros canales más explícitos.

Esta necesidad está en la base también y en la justificación como vemos de no pocas reglas de buenas maneras.

La buenas maneras en Internet