Letizia debería demostrar sus conocimientos de protocolo.
Hasta ahora los expertos de Zarzuela, bajo la tutela de S.M Doña Sofía, han venido ocupándose de enseñar a la prometida de Don Felipe, la futura Princesa de Asturias, los secretos de ese arte que es el protocolo.
Desde el anuncio de relación y la fecha de boda, Doña Letizia Ortiz está siendo instruida en el arte del protocolo. Los cambios han venido siendo observados. Ahora pasará su examen.
Hasta ahora los expertos de Zarzuela, bajo la tutela de S.M Doña Sofía, han venido ocupándose de enseñar a la prometida de Don Felipe, la futura Princesa de Asturias, los secretos de ese arte que es el protocolo. Las reglas son sencillas aunque el problema es que suelen ser muchas. A pesar de todo, pertenecer a la Familia Real supone una serie de obligaciones y de normas básicas.
Por ejemplo, a los suegros se les trata siempre de usted, en público son "el Rey y la Reina";en actos protocolarios nunca pantalón, siempre falda por debajo de la rodilla y, a ser posible, traje de chaqueta; nada de cigarrillos o de copas en pública; usar bikini, ni por asomo, etc. Por no mencionar la situación en brindis y comidas, tratamiento de autoridades y más cosas. Aunque para eso también están los responsables de recordar lo que toca en cada ocasión. Y si no, ahí están las invitaciones a la boda, en que se recuerda la vestimenta que deben lucir hombres y mujeres.
Tampoco le va a faltar a la prometida del Príncipe el apoyo de su futuro marido. De hecho, no le ha faltado desde noviembre para estas cuestiones. Es normal que Don Felipe, educado en esas reglas, las conozca mejor y le eche una mano a su futura esposa. Por no mencionar el interés que se está tomando Doña Sofía en hacer de su futura nuera una excelente princesa, primer paso para ser una reina de categoría.
De esta manera no es extraño que en cada acto oficial a que acude la pareja todo el mundo ande pendiente de cómo se comporta la prometida. En la primera aparición pública en "misión oficial" fue muy comentado el que la experiodista hubiese dejado en el armario los pantalones. A los que más sorprendió fue a sus antiguos compañeros de cadena. Dicen los más deslenguados que la preferencia por esta prenda es lo que más le está costando debido, aseguran, a que por su delgadez se siente más cómoda con ellos.
En todo caso, sí es cierto que tras las pruebas a que ha sido sometida, los exámenes de junio -o de mayo, mejor dicho- están a punto de llegar. En las próximas semanas la agenda de la pareja va a estar bien cubierta. Para abrir boca, un almuerzo en el Congreso de los Diputados con los miembros de las Mesas de esta institución y del Senado, acompañados con representantes del Poder Judicial, de los presidentes del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo y miembros del Consejo General del Poder Judicial.
Poco después, habrán de visitar el Ayuntamiento madrileño y la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y el día 17, apenas cinco días antes del enlace, acudirán a Moncloa para verse con el Gobierno.
Así que será en estos momentos cuando Doña Letizia tenga que hacer gala de los conocimientos aprendidos. Y aunque estos sean los exámenes finales, la verdadera prueba se llevará a cabo el 22 de mayo.