Picar la hora. Ceremonial marítimo

El picado de la hora es otra de esas costumbres compartidas por los buques de guerra de todas las naciones

 

Campana de barco. Campana de barco - Stad Amsterdam Denna Jones - Flickr

Costumbres marineras del ceremonial marítimo

Picar la hora

El picado de la hora es otra de esas costumbres compartidas por los buques de guerra de todas las naciones.

La campana, con el nombre del barco y la fecha de su botadura en relieve, es una pieza tradicional del cargo.

En tiempos pasados fue un instrumento utilitario necesario para dar la alarma, avisar a otros de nuestra presencia en tiempo de niebla cerrada, celebrar algún acontecimiento con su repique y, lo más importante, regular la vida a bordo picando la hora para marcar los cuartos de guardia. Para ello se marca un repique por cada hora transcurrida y un pique en las medias en ciclos de cuatro horas.

Picar la hora ya no es indispensable, como lo fue cuando el tiempo a bordo lo medía una única "ampolleta" y los relojes mecánicos se guardaban como oro en paño en el cuarto de cronómetros o en el bolsillo del chaleco de algún acaudalado oficial.

Hoy hay abundancia de relojes en los mamparos, y cada uno de los miembros de la dotación suele portar el suyo. Todo el mundo puede saber la hora sin que se la recuerde la campana, pero oírla nos hace compañía en las guardias de mar y no oírla produce cierta sensación de vacío.

Es una tradición menor, podríamos decir que humilde, pero es tradición al fin y al cabo, que cuesta poquísimo de mantener y merece ser mantenida, salvo que determinados requisitos de las operaciones en la mar obliguen a suspenderla temporalmente.

 

Ceremonias cotidianas: