Consejos para una llegada al camping de forma ordenada y sin molestar

Hay una gran diferencia entre ocupar un lugar y conquistarlo. Llegar a un espacio como el de un camping requiere de cierta prudencia y orden para no causar molestias al resto de campistas

 

Llegar al camping e instalarse. Grupo de tiendas en un camping protocolo.org - FP Pro

Consejos para utilizar nuestro espacio en el camping. Respetar los límites de nuestra "parcela"

Al llegar nos registramos en la oficina del camping. Una vez registrados nos asignarán una parcela. También nos indicarán la situación de la parcela. Allá vamos.

Una vez que hemos llegado a nuestra parcela hay que "diseñar" cómo vamos a colocar nuestra tienda o caravana en ese espacio. Haremos bien los cálculos porque cada parcela tiene unas dimensiones concretas.

El 'desembarco' debe ser ordenado. No tiene que ser como meter un elefante en una cacharrería. Si es la hora de la siesta o una hora un poco intempestiva, muy pronto de mañana o muy tarde, por la noche, dejar las tareas más ruidosas o molestas para otro momento. Un poco de prudencia, cortesía y de sentido común.

Ampliar el espacio invadiendo terreno ajeno

Si el espacio no es suficiente, consultaremos con los responsables del camping para tratar de contratar un espacio mayor. No es de recibo, "invadir" el espacio de nuestros vecinos. Eso de poner una cajita de esto, una mesa un poco más salida de nuestro espacio, un toldo. Ganar espacio poco a poco no es correcto. Puede ser una fuente de problemas y disputas. Con los vecinos hay que tratar de evitar los problemas; es mejor llevarse bien.

Respetar a los vecinos de parcela. Nada de quitarles su sombra, instalarles cerca alguna máquina o aparato que haga ruido (compresor, máquina de aire acondicionado...) y acciones por el estilo.

Cuidado con el lugar donde dejamos el coche. Evitar sitios que puedan estorbar a los vecinos o dificulte el paso de otros vehículos o peatones.

Si llevamos a nuestras mascotas al camping, tener cuidado para que no molesten a nuestros vecinos, entrando continuamente en su parcela. Tampoco hay que dejarlas que se paseen a sus anchas por todas las instalaciones. Nos hemos preguntado alguna vez si todos los campistas hicieran lo mismo, ¿no parecería el camping más un zoo que una zona de recreo?