Mi punto de vista.

Una mirada crítica a temas de acutalidad y de sociedad, desde mi particular punto de vista.

 

Imagen Genérica Protocolo y Etiqueta protocolo.org

Comienzo un reto personal. Los señores de protocolo.org me han propuesto que escriba sobre temas de actualidad y de sociedad. Pondré todo mi empeño en hacerlo bien. Unas veces haré un simple comentario, otras veces una crítica, y en muchas ocasiones será una visión, muy personal, real o ficticia, de cualquier noticia-evento relevante, o no, que me parezca interesante comentar.

Es habitual, en los medios de comunicación, encontrar comentarios, noticias y críticas al traje de un ministro, al comportamiento en un acto, a la forma de realizar el saludo en una visita ... y decenas de cuestiones que tienen que ver con el protocolo y la etiqueta.

Recojo el guante que me retaba a realizar estos comentarios-críticas fuera de mi ámbito privado, y he decidido poner un poco de imaginación, sacar un poco de tiempo, y empezar con esta pequeña reflexión personal.

Cuando uno escribe en un medio de comunicación ya sabe a lo que se expone. Sobre todo cuando no tiene costumbre, como yo. Unos cuantos seguidores fieles, unos cuantos críticos, unos cuantos amigos, unos cuantos enemigos. Cuento con ello. En ocasiones me rugirán los oídos, pero no me importa. Da lo mismo que sean alabanzas que críticas, trataré de tomármelas todas por igual, cosa bastante difícil, por cierto.

¿Por qué el petimetre? Por una simple razón, me gustó. Una persona que se preocupa de su compostura, vestuario, de sus modales ... según la definición de la Real Academia Española -R.A.E.- me pareció una palabra muy adecuada, aunque no en toda su extensión, al contenido de esta sección que me ofrecen. Podría haberse llamado el rincón del snob, mister o miss manners, el perfecto caballero, el centinela de la urbanidad o cualquier otro título tan pedante como sugerente.

Muchas gracias por leerme, y espero que les gusten a todos ustedes mis colaboraciones. Me voy, porque me esperan esta noche los maravillosos fuegos artificiales, junto a la impresionante Catedral del Obradoiro en la incomparable ciudad de Santiago de Compostela.