Un regalo ¿puede ser de mucho valor? o ¿puede ser algo muy personal?

Los regalos desproporcionados por razón de su valor no son apropiados salvo en el ámbito de la intimidad

 

Regalos caros u obstentosos. Regalar o aceptar regalos demasiado caros u ostentosos. Regalar una casa. protocolo.org - FP Pro

Regalos demasiado caros o personales, no se deben aceptar

Los regalos son una muestra de agradecimiento, por diversos motivos. Su 'función' es agradar y sorprender a la persona que los recibe. Pero los regalos, deben tener sus 'límites'.

No es correcto aceptar un regalo de mucho valor, como tampoco es adecuado ni educado hacer un regalo de este tipo. Los regalos deben hacerse para agradar y no para molestar o agraviar; un regalo de estas características más que un detalle de cortesía es un agravio. Socialmente, los regalos no deben ser muestras de poderío económico, sino una forma de mostrar agradecimiento.

Regalos familiares o íntimos

Si hablamos de regalos no "sociales", por decirlo de alguna manera, la cosa cambia. Si unos padres le regalan la cocina a su hijo, unos muebles o el piso, eso no es un regalo de los que hemos dado en llamar "social". Es un especie de 'donación' disfrazada de regalo para que sus hijos o un ser querido disfruten de algo que les hace felices.

El regalo , por mucha confianza que se tenga con la persona a quien regala, no debería ser nada muy personal, salvo los regalos de pareja o de familiares muy cercanos, como los padres. Los regalos demasiado personales, léase por ejemplo, ropa interior-lencería, ponen en un aprieto tanto a la persona que recibe el regalo como al resto de los presentes, si hay otras personas delante cuando abre el regalo. No ponga en un compromiso a las personas y tampoco se ponga usted en evidencia haciendo un regalo de este tipo.

La mejor forma de actuar ante un regalo de este tipo es la no aceptación o devolución del mismo. De buenas maneras, se rechaza alegando que es no procedente ese tipo de regalo. Si no se quiere hacer delante de otras personas, que es lo más correcto, se hace en privado o al final de la velada, encuentro o celebración.

¡Recuerde, nada de regalos caros ni muy personales! Regale para agradar, no para incomodar o poner en un compromiso a la persona que recibe ese regalo.